Últimas tendencias en el cuidado infantil

El cuidado infantil ha dado un vuelco significativo en los últimos años impulsado, entre otras cosas, por los propios cambios que se están experimentando en muchos otros aspectos de la vida.

niñeras y cuidadores
Foto de Lina Kivaka en Pexels

Las familias de hoy en día, a diferencia de las que criaban a sus hijos hace tan solo unas décadas, buscan perfiles profesionales de cuidadores infantiles que se impliquen de lleno en la gestión de las emociones de sus hijos y que estimulen su desarrollo desde el inicio de la crianza.

De hecho, las propias niñeras que, antiguamente, podían realizar su trabajo única y exclusivamente vigilando a los niños, hoy en día tienen muchas más exigencias. De esta manera, la educación, los cuidados y la atención de las emociones de los críos cobran mucha más importancia que antes.

Por si fuera poco, aunque pueda parecer que no hay relación entre ambas cosas, los avances tecnológicos en inteligencia artificial y automatización también han llegado a la crianza de los más pequeños marcando otros cambios importantes.

Por ello, echar la vista atrás al año 2024 para estudiar cuáles fueron las tendencias en el cuidado infantil puede servirnos, en última instancia, para prever cómo será este 2025 y, en definitiva, cuáles serán las tendencias de los próximos años.

Educación emocional y métodos de crianza positiva

La educación emocional podría definirse como aquel conjunto de enseñanzas que adquieren las personas para aprender a gestionar sus sentimientos y, así, comenzar a consolidar una personalidad que pueda afrontar los vaivenes emocionales de las diferentes etapas de la vida.

En pleno año 2025, ya estamos muy familiarizados con conceptos como la inteligencia emocional y con otros como la comunicación efectiva o la autorregulación. Estos conceptos marcan, en definitiva, los objetivos a los cuales la educación emocional quiere llegar.

El hecho de que los más pequeños reciban una educación tanto en los colegios como en sus propias casas que les ayude a gestionar sus emociones y a controlar impulsos negativos es clave para poder hablar de personas funcionales e independientes en el futuro.

Este es, quizás, uno de los avances más importantes de los últimos años en lo que se refiere a la educación y la crianza de los más pequeños. De hecho, la tendencia de este tipo de educación está comenzando a dejar de ser una simple tendencia para pasar a ser la norma.

Características de la educación emocional

1. Nombrar las emociones e identificarlas

El primer paso para trabajar en una educación emocional pasa por hacer saber a los niños cuales son las emociones que están sintiendo. Una vez somos capaces de llamar por su nombre a ese sentimiento es mucho más fácil continuar con el proceso de gestión emocional que viene después.

Para ello, los padres y los profesores han de poner en práctica juegos o herramientas visuales que sean fáciles de reconocer para que los niños hagan ese ejercicio de asociar la emoción con su propio nombre.

También es muy útil utilizar en el lenguaje del día a día términos que definan emociones. Un ejemplo de ello puede ser decirle a un niño cuándo se enfada porque ha perdido su juguete que está experimentando frustración.

niño enfadado y educadora
Foto de Alexander Dummer en Pexels

2. Aprender a gestionar las emociones una vez sean reconocidas:

Una vez los niños saben reconocer sus sentimientos y saben ponerles nombre, toca quizás afrontar la parte más complicada del proceso.

Asimilar y ser capaz de gestionar una emoción puede ser una tarea muy complicada tanto para niños como para adultos. Ello requiere, primero de todo, de una voluntad por parte de la persona para autocontrolarse y pararse un momento a entender qué es lo que está sintiendo.

Por ello, la clave en este punto pasa por enseñar a no reprimir ninguna emoción. Para aplicar esta fase, es interesante enseñar técnicas de respiración o mostrar que se puede hacer cuando un niño, por ejemplo, experimenta un arrebato y su impulso pasa por pegar a alguien.

3. La empatía y la comprensión de las emociones de los demás

Otro punto muy importante para trabajar en una plena inteligencia emocional pasa por ponerse en la piel de las personas que nos rodean

Los niños, muchas veces, tienden a tener conductas que están muy reducidas a su círculo sin pensar más allá haciendo que se den comportamientos un tanto egoístas. Hacerles ver que sus actitudes y comportamientos tienen consecuencias en terceras personas es una lección vital imprescindible tanto para niños como para adultos.

4. Refuerzo de la autoestima y la autonomía

Por último, los más pequeños han de saber que, después de haber gestionado sus emociones es importante llevar a cabo un último ejercicio de aceptación propia sintiéndose valiosos y teniendo la seguridad de que aquello que sintieron o que hicieron forma parte de un proceso de aprendizaje vital.

Para aplicarlo como profesores o padres, es importante permitir a los niños que tomen pequeñas decisiones y evitar la sobreprotección.

    Aunque en este texto estemos centrando la atención en los más pequeños, lo cierto es que todas estas técnicas y pasos son aplicables a personas de cualquier edad.

    Hasta hace no mucho tiempo, la salud mental y la gestión de las emociones habían sido un tema que no interesaba a casi nadie y a los problemas psicológicos derivados de malas gestiones no se les daba la importancia que deberían tener.

    De hecho, hay muchísima gente adulta que, al no recibir en ningún momento de su vida una educación enfocada en esta dirección, ha visto que, en un punto de su vida, ha necesitado acudir a psicólogos o especialistas en ello.

    La importancia de los idiomas para los cuidadores y profesores de los niños

    A pesar de que no sea nada relativamente nuevo, es muy importante resaltar que el hecho de que los idiomas son una herramienta básica para el desarrollo y educación de los niños.

    Lejos de ser una tendencia para pasar a ser una realidad bien instaurada, el inglés en el año 2024 fue imprescindible para aquellas personas que quieren dedicarse a la educación o al cuidado de los niños.

    Lo que sí puede ser novedoso en ese sentido y pueda englobarse dentro del concepto “tendencia” sea la demanda de cuidadores que, además del inglés, puedan ofrecer un idioma extra en la educación de los más pequeños.

    En España, idiomas como el portugués o el chino están ganando relevancia por la coyuntura económica que sus respectivos países están experimentando en el presente. Además, la propia globalización del mundo en el que vivimos hace que esta realidad se plasme en el ámbito de la educación infantil. 

    A diferencia de lo que sucedía en el apartado anterior, esta tendencia de enseñar idiomas a los niños desde que son muy pequeños se aleja de lo que podría ser una educación enfocada en la personalidad para centrarse en una prematura toma de contacto con lo que será el mundo laboral.

    Los colegios, los padres, las niñeras y los cuidadores al enseñar idiomas están haciendo una inversión a largo plazo que, teóricamente ayudará al niño a desarrollarse mejor en un mundo laboral que puede que exija estos conocimientos en el futuro.

    No obstante, también se encuentran algunas ventajas a nivel personal en el hecho de aprender idiomas desde pequeños:

    • Mayor desarrollo cognitivo: Múltiples estudios basados en enfoques neurocientíficos y psicológicos han demostrado que, los niños bilingües, tienen una mayor capacidad de resolución de problemas y de pensamiento crítico. Aunque no hablemos de un bilingüismo pleno, lo cierto es que intentar que los niños aprendan cuanto antes un idioma puede suponer una ventaja con múltiples aristas a la larga.
    • Mejor desarrollo de habilidades sociales: Simple y llanamente, cuantos más idioma hable una persona más posibilidades de comunicación tiene y más amplio es el espectro de personas al que se puede llegar.

    Tal y como mencionábamos al principio del articulo, trabajos como el de niñera ya no tienen la misma exigencia que tenían hace décadas. A día de hoy, un requisito indispensable para muchas familias puede ser que la canguro hable, como mínimo, un inglés fluido que le permita comunicarse con el pequeño de la casa.

    Los primeros auxilios y la seguridad infantil

    Por último, cabe hacer una mención al tema de la seguridad infantil y de los primeros auxilios. Existe una tendencia reciente a poner el foco en estos aspectos porque, como bien sabemos, los niños y las niñas son muy propensos a sufrir accidentes, caídas o cualquier tipo de lesiones.

    Los cuidadores, niñeras o profesores de educación infantil deberían tener nociones básicas o incluso nociones avanzadas sobre qué hacer cuando se dan situaciones de tensión en las cuales un niño sufre un accidente o tiene algún tipo de lesión.

    niñera o cuidador aplicando una tirita a la rodilla de un niño.
    Foto de RDNE Stock project en Pexels

    Por ello, todos estos trabajadores y profesionales son mucho más competitivos a la hora de buscar y encontrar un empleo cuando pueden acreditar que tienen algún tipo de certificación que demuestre que tienen conocimientos en primeros auxilios y seguridad.

    En ese sentido, podemos mencionar algunas de las habilidades necesarias para los educadores:

    • RCP infantil y maniobra Heimlich para casos de asfixia.
    • Cura de heridas y quemaduras leves
    • Identificación y reacción ante episodios alérgicos significativos
    • Actuación ante casos de fiebre alta, mareos, bajones de tensión o insolaciones

    Aunque no siempre es un requisito formal que pueda dejarte sin un empleo (aquí entran en juego muchos factores) las certificaciones mejor valoradas en cuanto a seguridad podrían ser el propio certificado de primeros auxilios pediátricos o un curso sobre seguridad y/o prevención de accidentes.

    El papel de la tecnología en el cuidado infantil

    Al igual que sucede en casi todos los ámbitos laborales y personales de la gente, la tecnología, o mejor dicho lo digital, cobra cada vez más protagonismo y se extiende a más rincones donde hasta hace no mucho tiempo era difícil de imaginar.

    El cuidado infantil, por supuesto, no es ajeno a este cambio reciente y tiene mucho que decir en cuanto a aplicaciones digitales que pueden ayudar a cuidar y educar a un niño.

    De hecho, muchas de las habilidades y certificaciones que hemos mencionado en este articulo están condicionadas de manera directa con el uso de herramientas digitales que pueden ayudar a que un niño este vigilado (seguridad) o que aprenda de manera interactiva inglés a través de aplicaciones móviles.

    Como adultos y como cuidadores o educadores, tener las destrezas suficientes para entender, aplicar y adaptar estas herramientas digitales a los niños a nuestro cargo, está dejando también de ser una tendencia para convertirse en una exigencia.

    Seguridad infantil y aplicaciones digitales

    Tal y como apuntábamos anteriormente, la seguridad de los niños siempre va a ser una preocupación muy significativa para los padres de las criaturas.

    Usar métodos que, por ejemplo, puedan monitorear la actividad de los niños cuando los padres no están presentes o enseñarles a usar apps de emergencia cuando se encuentren en situaciones peligrosas puede suponer una diferencia abismal.

    También, muchos padres pueden hacer uso de la geolocalización de sus hijos sin que estos necesariamente estén al tanto de ello a través de relojes inteligentes o teléfonos móviles.

    Enseñanza de idiomas y otras asignaturas con el uso de apps

    Por otro lado, un niño puede estar formándose en aspectos como el inglés u otro idioma sin la necesidad de estar delante de una hoja y un lápiz o un libro de texto.

    Muchas apps pueden servir de refuerzo educativo mientras se juega o se realiza otra actividad para complementar el trabajo de los profesores en las aulas, sin sustituirlo.

    Las exigencias de las familias en el 2025 son mucho mayores a la hora de contratar a una niñera que cuide a sus hijos o para enviarlo a uno u otro colegio. Todas estas tendencias, que poco a poco se van dando por válidas e instauradas, pueden servir para que las personas que se dediquen a este mundillo se preparen en consecuencia para ser más competitivos.

    Estar siempre en un estado de formación continua puede suponer la diferencia entre encontrar o no el trabajo al que estamos optando y puede hacer que nos amoldemos mucho más fácil a estas exigencias para el cuidado de los más pequeños.

    Referencias

    • https://www.serpadres.es/actualidad/todas-las-novedades-de-cuidado-infantil-que-merece-la-pena-conocer-esta-temporada-otono-invierno-2024-2025.html
    • https://universidadeuropea.com/blog/que-es-educacion-emocional
    • https://psicologiaymente.com/inteligencia/inteligencia-emocional