En mundo donde cada vez existen más automatismos y donde las tecnologías copan los procesos industriales, la artesanía sigue siendo un oficio con cabida.
Muchos trabajos como la carpintería, la cestería o la costura, entre otros, han sabido readaptarse a las exigencias de este nuevo mercado siendo todavía competitivos. Y es que una de las bazas más claras de la artesanía precisamente tiene que ver con el hecho de diferenciarse de la producción en masa. Todo lo relacionado con el “hand made” o el “hecho a mano», ha ido ganado en valor añadido y tiene un nicho de mercado importante.
Al mismo tiempo, esta forma de hacer artesanía personalizada tiene otro aliciente en lo ecológico y en lo sostenible. El hecho de confeccionar piezas a medida, con materiales de alta calidad en un entorno limpio hace que muchos consumidores se sientan atraídos por estos productos.
Oficios artesanos con futuro
Teniendo en cuenta estas nuevas tendencias en los oficios artesanales, existen algunos sectores que han salido mejor parados que otros. En términos de rentabilidad económica la moda, la carpintería y la tapicería son quizás los que más proyección de futuro puedan tener en la actualidad.
También podrían mencionarse en este apartado algunos negocios de artesanía rentables que han ido ganando adeptos en los últimos años, como la cestería o la cerámica. Tanto el uno como el otro reúnen las condiciones óptimas para poder valorar el trabajo artesanal que requiere elaborar un producto de estos materiales.
La industria de la moda sostenible
Si bien es cierto que la moda y las tendencias textiles están muy influenciadas por las grandes empresas, existe una gran cantidad de personas que dan mucha importancia al cómo y al dónde se producen las prendas que visten.
Poder tomar esta decisión depende, por supuesto, de un nivel adquisitivo elevado. Muchas marcas de ropa apuestan por vender una imagen ecológica y aspiran a dejar una huella en la sociedad que vaya más allá del hecho de vestir a la gente.
Así, muchas marcas acaban funcionando como señas de identidad de la gente haciendo valer el trabajo a pequeña escala de sus creadores y de los conceptos que están detrás de cada prenda.
A pesar de que sostenibilidad y moda no van muy de la mano, la tendencia está cambiando o así parece que nos lo quieren vender. Cada vez se le da más importancia al hecho de pagar más por prendas duraderas que hayan sido confeccionadas a pequeña escala dando importancia a la fabricación.
La moda consciente es uno de los ejemplos más claros de oficios artesanales rentables y con grandes aspiraciones de futuro. A lo largo del año, las firmas más importantes invierten cantidades significativas de fondos a campañas publicitarias que se enfocan en crear esta imagen alejada de la producción en masa.
La carpintería y la restauración
Al igual que en el ejemplo anterior, existe un mercado importante de gente que demanda muebles hechos a medida y de una mayor calidad y durabilidad.
De nuevo, nos encontramos con un sector que también opta por alejarse de la producción en masa de las grandes empresas para encontrar otro tipo de compradores. De hecho, en algunos casos, la carpintería ha dejado de ser un oficio meramente funcional convirtiéndose en un trabajo más conceptual y visual para aquellos que puedan permitírselo.
La ebanistería es el oficio artesanal que dentro de la carpintería se encarga de esta fabricación de piezas más sofisticadas y de mayor calidad. De hecho, los ebanistas también realizan el trabajo de seleccionar las maderas más adecuadas para la fabricación de muebles o de elementos decorativos.
Por si fuera poco, la carpintería tiene otra ventaja que la diferencia de otros oficios artesanales por la restauración de muebles y objetos antiguos o demacrados. Los buenos restauradores y ebanistas son unos trabajadores con gran demanda que, además, proyectan una imagen ecológica y sostenible para dar todavía más importancia a su trabajo.
Restaurar un mueble de madera o un detalle arquitectónico sigue considerándose un trabajo muy valioso, que debe ser realizado por un artesano especialista, y que pone en valor estos oficios tradicionales.
Curtidores, trabajadores de la piel y tapiceros
Aunque estas tres especialidades artesanales tienen mercados más modestos que las anteriores, todavía tienen una buena proyección de futuro.
Para bien o para mal, estos dos oficios son mucho más específicos que otros y su éxito depende en última instancia de que haya los suficientes clientes para adquirir sus productos: A no todo el mundo le gusta tapizar sus sillas de comedor. No obstante, mientras haya suficientes personas a las que sí les guste se podrá mantener a flote la supervivencia de estos trabajos.
Los curtidores y los trabajadores de la piel tienen grandes opciones al poder fabricar productos nuevos de alta calidad. Pero también su ventaja reside en la posibilidad de especializarse en la restauración de otros ya existentes como en el caso de la carpintería.
Todo parece apuntar a que mientras la carpintería goce de buena salud la tapicería estará también a salvo en el mundo industrial automatizado. Los muebles con acabados en telas y el revestimiento de otras superficies sigue teniendo un importante número de compradores.
Trabajos artesanales con mayores retos
Oficios artesanales como la forja, la herrería o la relojería, entre otros, podrían afrontar más desafíos de cara a futuro que otros como la carpintería y la moda.
A pesar de que estos trabajos juegan en el mismo mercado que los expuestos anteriormente, la producción en masa de estos no difiere tanto en la calidad del producto final. De alguna manera, la producción en cadena de estos productos ha igualado la calidad de la etiqueta “hecho a mano” haciendo que no valga tanto la pena pagar más por la especialización.
Si bien es cierto que existe gente que demanda piezas únicas en metal o en otros materiales similares, es posible que la tendencia cada vez vaya a menos y estos oficios tengan que reinventarse para seguir funcionando.
Por su parte, la relojería todavía cuenta con un público objetivo de un alto nivel adquisitivo que demanda piezas únicas con un trabajo artesanal a medida. No obstante, la tendencia parece irse cada vez más hacia los relojes digitales que no requieren ningún tipo de mecánica.
Las tendencias en el nuevo mercado de producción en masa
A pesar de que puede haya oficios artesanales que se encuentren en una mejor situación que otros, lo cierto es que ninguno está exento de afrontar los retos económicos y sociales que se vienen en el futuro.
El avance tecnológico está experimentando una crecida exponencial en las últimas décadas y afecta, como no podía ser de otra manera, a la manera que tenemos de consumir ciertos productos.
La producción en masa se ha extendido a prácticamente todos los bienes que tenemos a nuestro alcance abaratando su coste y dándonos acceso a ellos de manera inmediata. Por ello, la artesanía y los trabajos manuales pasan a ser productos exclusivos o de lujo y aunque existen negocio de artesanía rentables, son casos puntuales por lo que este sector necesitará tener un plan b para poder afrontar los retos del futuro.