Las averías en el hogar suelen dar muchos quebraderos de cabeza, sobre todo por la falta de tiempo que normalmente tenemos para ponerles solución, por nuestra poca maña o por la pereza que nos produce el plantearnos tener que dedicar una tarde a arreglar las pequeñas chapuzas que tenemos pendientes.
Para evitar todo este tedioso proceso, lo ideal es mantener nuestro hogar de la forma más idónea y revisar cada cierto tiempo si todo funciona como debería, pero como no siempre es posible, es bueno tener de mano a un manitas, esa persona que sabe un poco de todo y que puede hacer pequeñas reparaciones para las que nosotros no tenemos el tiempo ni el conocimiento.
Pero incluso así, hay ciertas partes de la casa o electrodomésticos que irán fallando debido al paso del tiempo, y en algún momento tendremos que recurrir a un servicio técnico. De todas formas, tomar ciertas precauciones en su mantenimiento pueden ayudar a prolongar la vida de las instalaciones.
Averías en los calentadores y calderas
Los calentadores son, en general, los electrodomésticos que más problemas suelen dar y principalmente si tienen más de cinco años, que es cuando suelen empezar a presentar las primeras averías. La mayor parte de las veces el problema que presentan es que no se enciende o que se apaga repentinamente.
En el caso de los calentadores lo más recomendable es llamar a un técnico, puesto que se suele tratar de un arreglo complejo que requiere de ciertos conocimientos. Las reparaciones de calentadores no suelen valer menos de 80 euros, así que, si tenéis la opción de escoger un buen calentador cuando vayáis a comprar uno nuevo, a la larga ahorraréis bastante dinero.
Atascos y problemas en los inodoros
Las averías en los inodoros requieren de su arreglo de forma inmediata. La mayoría de los problemas suelen venir producidos por las cisternas, lo cual conlleva una fuga de agua. Esto va a provocar una gran molestia y un aumento en nuestra factura del agua si no lo solucionamos inmediatamente. Así que no queda otra que remangarse y ponerse manos a la obra cuanto antes.
Hay que distinguir entre las fugas de agua muy leves y las fugas abundantes. Si la fuga es en forma de un ligero chorro, lo más probable es que la avería sea debida al deterioro de la junta del descargador, la cual será necesario cambiar. Sin embargo si la fuga de agua es bastante abundante, hay muchas opciones de que el problema proceda de la válvula de llenado, que no corta la entrada de agua. En este último caso tendremos que sustituirla por una nueva que oscilará, según el tipo y calidad, entre los 10 y 30 euros. Si no somos muy dados a reparaciones, quizás sea mejor contratar los servicios de un fontanero.
Otra de las averías que puede presentar un inodoro, aunque menos frecuente, son los atascos, que deberán ser eliminados de manera inmediata para evitar filtraciones y ahorrarse lo que puede llegar a costar arreglar una avería mayor de fontanería.
Evitar averías en la grifería
Para que los filtros de los grifos no pierdan su función, simplemente hay que desenroscarlos y limpiarlos con cierta frecuencia para evitar que el exceso de cal se acumule.
Otro de los problemas que suelen presentar los grifos y que podemos arreglar nosotros mismos, sin que suponga mucho gasto, es el goteo. Tan sólo hay que observar de donde procede el goteo: del aireador o de la parte giratoria del caño. A continuación tocará desmontar el grifo y conseguir los recambios necesarios.
Atascos de fregaderos
El problema más frecuente que suele presentar un fregadero es que se atasque. Si es el sifón lo que está obstruido y este es desmontable, el arreglo será mucho más sencillo ya que nos resultará mucho más fácil acceder al atasco. En caso de que no se pueda desmontar, tendremos que comprar uno nuevo. Es recomendable que el nuevo sifón que compremos sí sea desmontable para evitar tener que comprar otro en cuanto se vuelva a producir un atasco.
También puede ocurrir que el atasco se haya producido en la bajante. En este caso es aconsejable contactar con un profesional que utilizará un producto químico para realizar la limpieza de una forma más profesional y concienzuda.
Si no funciona la lavadora
Se trata de un electrodoméstico que a simple vista nos puede parecer imposible arreglar por nosotros mismos, pero algunas averías realmente tienen fácil solución, simplemente debemos examinar donde se encuentra el problema.
Normalmente el fallo que encontramos es que no se produce el desagüe o el centrifugado. Esto puede ser debido a algo tan sencillo como que la tapa no cierre bien, que haya una obstrucción o que la manguera esté torcida.
Si a simple vista no observamos ninguno de estos problemas, lo mejor será llamar a un técnico para que revise las piezas internas de la lavadora. Ten en cuenta que el arreglo de una lavadora suele ser bastante caro (unos 80 euros de media), así que si nuestra lavadora ya tiene muchos años quizá nos compense hacernos con una nueva.
Averías en la instalación eléctrica
La mayor parte de las averías que presenta la instalación eléctrica suelen ser debidas a un mal uso o mantenimiento. Lo más importante para no tener que asumir la tarea de cambiar o arreglar la instalación, es no enchufar muchos aparatos o electrodomésticos en la misma regleta y así evitar sobrecargar el circuito eléctrico.
Es necesario que equipemos nuestro hogar con el número de ladrones y regletas necesarias y que estas sean de buena calidad (a partir de 20 euros se encuentran regletas realmente buenas).
Otra de las cosas que debemos hacer para evitar daños en nuestra instalación, es no dejar enchufados dispositivos que no solemos utilizar y revisar con cierta frecuencia el estado de la instalación por si hay problemas de tensión.
Algunos de los gastos que tendremos que asumir en este sentido, será cambiar enchufes, lo cual puede rondar los 40 euros o sustituir el diferencial, que supondría unos 100 euros de coste. Pero en muchas ocasiones, las averías eléctricas tienen que ser solucionadas por un profesional, y es importante que tengamos un electricista de confianza que nos de el servicio que buscamos a un precio razonable.
Estos son sólo algunos ejemplos, pero en lo referente a las averías en casa la solución es constancia, mantenimiento, paciencia y para cuando no podamos hacer nada por nosotros mismos, tener de mano a profesionales de confianza.