Descubre qué preparativos debes hacer en tu jardín para la llegada del frío o el calor
Los jardines requieren de un cuidado y de un trabajo casi constante que no siempre se podrá realizar de manera individual debido al tiempo que este requiere. Por ello, si no disponemos de las horas o las ganas, es muy recomendable recurrir a un jardinero profesional para que mantenga estos espacios lo más cuidados posible. Hay que tener en cuenta que, aunque haya épocas del año en las que no le demos tanto uso al jardín debido a la climatología, los jardines requieren de cuidados todos los meses del año si no los queremos echar a perder.
Labores de jardinería antes de que llegue la primavera
Como podría presuponerse, las labores y el mantenimiento para tener a punto nuestro terreno antes de la llegada de la primavera habrán de hacerse antes; los últimos días de febrero y los primeros de marzo son claves para prepararlo todo. Es importante tener siempre en cuenta que estamos trabajando con vegetación y con plantas que necesitan sus nutrientes y que comienzan a salir del periodo de latencia del invierno. Durante ese periodo, las plantas no demandan demasiada agua ni alimento y ahora comienzan a necesitarlo con la llegada del calor. Por ello, la superficie sobre la cual actuemos ha de estar en perfectas condiciones.
En primer lugar, si lo que tenemos en nuestro jardín es césped, habrá que reparar todas aquellas zonas que han quedado peor paradas por el invierno. Para ello es muy recomendable quitar todas las malas hierbas que podamos encontrar y repoblar las zonas yermas con semillas. Al igual que los hierbajos, es muy conveniente limpiar toda la superficie de aquellos elementos que puedan entorpecer o dificultar el crecimiento del césped o de las plantas que tengamos.
Por último, cuando ya este todo preparado para crecer en condiciones, tendremos que cubrir todo con una capa de mantillo y regar. El mantillo es una capa de abono que, esparcido por todo el terreno de manera homogénea hace que el césped de nuestro jardín cuente con los nutrientes necesarios para desarrollarse pasada la época de frío. Dependiendo del tamaño del terreno que tengamos que abonar puede ser conveniente la ayuda de algún jardinero profesional. Hay que tener en cuenta que este es un trabajo que requiere de muchas horas y de mucho esfuerzo físico.
Mantenimiento del jardín durante la primavera y el verano
En cuanto al resto de plantas de nuestro jardín conviene, llegada la primavera realizar una poda y aplicar algún tipo de tratamiento anti-plagas. Esto último es muy recomendable ya que con el calor suelen aparecer con más facilidad. Por último, si lo que queremos es incorporar nuevas especies a nuestro jardín, el momento idóneo para hacerlo son los últimos días de septiembre (e incluso los primero de octubre). También es importante realizar una limpieza de malas hierbas para que no proliferen.
Por supuesto, cabe señalar que durante las estaciones en las cuales el sol y el calor aprietan más, es imprescindible tener en cuenta que todas las plantas de nuestro jardín consumen más cantidad de agua que en otras épocas. Vigilar de manera periódica el estado de las plantas para asegurarse de que tengan la cantidad justa de hidratación será clave para mantener el jardín sano.
Preparar el jardín para el otoño e invierno
Al igual que en los momentos previos a la llegada del calor, cuando este se empieza a apaciguar, se ha de llevar a cabo de nuevo una tarea similar de saneamiento y de limpieza. Muchas de las flores de nuestras plantas comenzaran a marchitarse durante estas semanas iniciales del otoño y aparecerán otros hierbajos. Hay que preocuparse de deshacerse de todos estos elementos para mantener la vegetación libre de obstáculos que impidan o dificulten su desarrollo durante el frío.
No obstante, uno de los preparativos para el invierno más a tener en cuenta tiene que ver con el periodo de latencia de las plantas citado anteriormente. Durante este estado, la vegetación demanda mucha menos cantidad de agua con lo que la frecuencia con la que reguemos tendrá que ser mucho menor controlando mucho las cantidades.
Es probable que algunas de nuestras plantas, dependiendo de la zona geográfica donde vivamos, no soporten bien el frío y necesiten cubrirse con una fina manta a modo de abrigo.
El trabajo de los jardineros profesionales
Tal y como se mencionaba anteriormente, todos estos trabajos (y muchos otros que no se han detallado aquí) requieren irremediablemente de mucho tiempo y esfuerzo. Lo más óptimo si no queremos echar a perder nuestro jardín pasa por contratar a un jardinero. Aunque pueda parecer un gasto innecesario, si no tenemos la disponibilidad que requiere nuestra vegetación, a la larga estaremos perdiendo dinero en trabajos de repoblación y de mantenimiento a gran escala.
Muchas veces los jardineros son contratados por horas y nos pueden echar una mano en las tareas de preparación del frío y del calor, donde tendremos una exigencia mayor de horas y de trabajo físico. Además, muchos de ellos pueden asesorarte sobre que plantas pueden ir mejor en tu casa dependiendo de las características climáticas o de tu propio terreno.