Los trabajadores sociales son profesionales que se dedican a prestar ayuda y asistencia a personas que están en una situación de vulnerabilidad o en peligro de exclusión social. Es el caso, por ejemplo, de determinados grupos sociales o sectores de población, como las personas dependientes, inmigrantes, ex convictos o personas que se encuentren en procesos de rehabilitación por problemas con las drogas, entre muchos otros.
El objetivo principal de un trabajador social pasa por mejorar la calidad de vida de las personas con las que estén trabajando. Estos objetivos en muchas ocasiones se centran en los aspectos de índole más emocional, acompañando a las personas en los procesos que puedan resultar más difíciles de asimilar. No obstante, estos profesionales también pueden brindar asesoramiento económico, legal o médico si hiciese falta.
España es uno de los países del mundo con uno de los panoramas sociales más peculiar. Por un lado, al igual que sucede en otros países de la unión, cada vez son más las personas dependientes por los estragos de la edad. Por otro, España cuenta con una riqueza y variedad cultural que lo hace especial teniendo en su territorio a personas de todas las partes del mundo.
Con este contexto social y cultural, en multitud de casos se hace imprescindible la presencia de trabajadores sociales que ayuden a asumir los retos sociales que se presentan y que se presentaran en el futuro.
Trabajadores sociales y dependencia
Los trabajadores sociales, en muchas ocasiones, juegan un papel muy importante en lo que a ley de dependencia se refiere. Estos profesionales son los encargados, junto con el personal médico, de establecer cuál es el grado de dependencia del paciente en cuestión.
Los grados de dependencia establecen qué tipo de prestaciones máximas podrán percibir los interesados a través de la ley de dependencia. Por ello, la figura del trabajador social es crucial para el estudio de los casos.
Para realizar estas evaluaciones, los trabajadores sociales llevan a cabo una serie de pasos para llegar a una conclusión final.
En primer lugar, los trabajadores se encargan de realizar entrevistas con el paciente, su entorno familiar y sus cuidadores si los hubiera. Este primer paso sirve para dar un contexto global del interesado y analizar como se desarrolla el día a día del paciente.
Posteriormente, mediante exámenes cognitivos y funcionales, se acaba por realizar un estudio completo de la persona dependiente. Los trabajadores sociales también pueden hacer una investigación del entorno donde se desenvuelve la vida de la persona a estudiar y de los recursos comunitarios a su disposición.
Con toda esta información, los trabajadores sociales y sus equipos pueden determinar cuál es el grado de dependencia de los pacientes.
¿Cuáles son los principales tipos de trabajos sociales en España?
Los profesionales que se dedican al trabajo social cuentan con un empleo que es muy heterogéneo y que engloba muchos ámbitos socioculturales. No obstante, podemos aglutinar el trabajo social en dos grupos para poder entender mejor cuáles son sus enfoques y sus finalidades.
En primer lugar, podríamos conformar a un grupo importante de trabajadores sociales por su dedicación a la prevención de posibles problemas derivados de un determinado sector poblacional.
Esta es quizás una de las tareas más interesantes de los empleados sociales. La prevención, en última instancia, procura que cada vez los desafíos y los contratiempos sociales sean más leves y se puedan solucionar de una manera más sencilla.
Dentro del trabajo social dedicado a la prevención podemos señalar a los siguientes especialistas:
- Trabajadores sociales de prevención en ámbitos escolares. Estos profesionales se dedican primordialmente a evitar la abstención escolar, el acoso o a generar ambientes dentro de escuelas e institutos donde haya un mayor respeto por todas las personas que integran el centro.
- Trabajadores sociales en prevención a la salud. Al igual que en el caso anterior, estos trabajadores se dedican a implantar desde las instituciones hábitos más saludables que ayuden a prevenir enfermedades. En entornos económicamente más vulnerables, estas figuras pueden jugar un papel importante educando y concienciando de los hábitos saludables.
- Trabajos sociales comunitarios. Un aspecto muy interesante de estos trabajadores especializados se enfoca en la construcción de una identidad en pequeñas comunidades para, de nuevo, mejorar el funcionamiento de las mismas y que se genere un apoyo comunitario. Al igual que en los casos anteriormente mencionados, se hacen especialmente importantes en entornos económicamente más débiles.
Estos son solo algunos de los ejemplos de trabajos preventivos a nivel social. Dentro de cada comunidad y de cada estrato social susceptible de sufrir desigualdad, puede encajar alguno de estos profesionales para combatirla y mejorar la calidad de vida de las personas.
Otros sectores de la prevención que merecen mención podrían ser los dedicados a la violencia doméstica, el de la prevención a las adicciones o el trabajo social preventivo en trastornos de salud mental. Además, cada vez son más demandados los trabajadores sociales penitenciarios por el hecho de buscar una reinserción de los convictos más eficaz de lo que se hacía antiguamente.
Trabajos sociales no preventivos
A pesar de que el propio trabajo social casi siempre pretende implantar que en un futuro se tengan las herramientas suficientes para prevenir problemas, hay un sector importante de profesionales que se dedican a ayudar a paliar contratiempos ya existentes.
Por ello, haciendo una clasificación similar a la del epígrafe anterior, podemos mencionar los mismos ámbitos profesionales. La diferencia es que en estos casos, los trabajadores sociales se dedican, por ejemplo, a solucionar un conflicto ya existente que tenga que ver con un caso de acoso escolar en un instituto.
No obstante, este grupo de trabajadores sociales tienen también ejemplos donde su apoyo y su dedicación no tienen nada que ver con la prevención:
Cuando se dan situaciones traumáticas por circunstancias que no se podían predecir, los trabajadores sociales hacen un trabajo muy útil y necesario para poder afrontar estas crisis que pueden afectar a sectores sociales más desfavorecidos. Aquí podríamos mencionar catástrofes naturales o accidentes.
El trabajo social a domicilio
A pesar de que la gran mayoría de trabajadores sociales llevan a cabo su profesión en organismos públicos e instituciones, algunos de ellos se dedican a hacerlo desde las casas de la gente. Este tipo de trabajo social resulta muy interesante y pone de manifiesto la necesidad de estos trabajadores para integrar todas las diferencias existentes en la sociedad actual.
En estos casos, se puede llevar a cabo un enfoque mucho más concreto y preciso de los problemas que los trabajadores han de tratar. De hecho, si la opción más viable pasa por hacer un seguimiento desde casa, los trabajadores sociales han de hacer un trabajo previo de investigación para después llevar a cabo la prevención o la acción según lo requiera cada caso.
Además, en la actualidad los trabajadores sociales pueden complementar la labor en casa con el acompañamiento, si fuera necesario, a través de medios online. De esta manera podemos hablar de trabajadores sociales a distancia cuya eficacia es similar a aquellos que tratan el cara a cara.
Estos ejemplos de trabajadores sociales a domicilio pueden resultar muy interesantes para personas que, por sus circunstancias, tengan un muy difícil acceso a las instituciones donde suelen encontrarse estos profesionales. También existen casos de gente que, debido a su situación, pueden tener casi imposible la conciliación entre vida laboral, la familia y el hecho de acudir a recibir ayuda de un trabajador social fuera de casa les complica todavía más su situación.