Por sus características climáticas y geográficas, España es uno de los países que más oportunidades y más potencial tiene para aprovechar las energías renovables. Aunque todavía se sigue dependiendo en gran medida del consumo de fuentes no renovables como el petróleo o el gas natural, la fotovoltaica va ganando poco a poco terreno en el panorama global.
Uno de los sectores que en los últimos años se está aprovechando más de este tipo de energía es el primario. Debido a la propia estructura de la ganadería y la agricultura, son muchas las explotaciones las que pueden beneficiarse de instalar placas fotovoltaicas para sus sistemas de regadío y para otros fines.
Funcionamiento de los sistemas de riego fotovoltaico
El funcionamiento de estos sistemas de regadío es sencillo. En primer lugar, las placas solares se han de instalar en lugares donde la incidencia de la luz sea continua o casi continua durante todas las horas del día. Estos lugares suelen ser azoteas de edificaciones o descampados donde no haya sombra de árboles u otras construcciones.
Las células fotovoltaicas de las placas transforman los rayos del sol en corriente alterna aprovechable para el bombeo del agua. Aunque el uso de esta electricidad sea primordialmente para los sistemas de regadío, también se puede aprovechar el excedente para otros usos como la iluminación de estructuras próximas al lugar de riego.
Existen dos tipos de bombeos solares:
- Aquellos que transforman la energía eléctrica en energía mecánica para trasladar el agua a un depósito próximo a las plantaciones para que las riegue
- Aquellos que directamente bombean el agua hacia las plantas sin que esta pase por un depósito. Estos sistemas suelen requerir de mayor fuerza para funcionar y en muchas ocasiones se requiere que estén conectados a la red eléctrica por si hiciese falta un impulso extra (días nublados o de lluvia).
Sistema de riego por goteo solar
Con el fin de ahorrar agua y de llevar a cabo un riego más eficiente, existe la posibilidad de instalar un sistema de riego por goteo solar. Estos mecanismos irrigan el agua directamente a las raíces de las plantas según las necesidades de cada una en cada momento del año.
Como en el caso anterior, esta forma de hacer llegar agua a las plantas incorpora los paneles solares para hacer todavía más eficiente y limpio el bombeo hídrico. Mediante tubos y tuberías, la electricidad mueve el agua hacia los goteros para que estos suministren poco a poco la cantidad suficiente a cada planta.
Si comparamos estos métodos con algunos tradicionales como el riego por aspersión, tendremos un ahorro muy significativo de agua, además de generar energía limpia.
Ventajas de los sistemas de regadío fotovoltaico en la agricultura
Al igual que sucede en otros ámbitos energéticos, la instalación de placas solares tiene muchas más ventajas que inconvenientes. De hecho, si tuviésemos que hablar de algún inconveniente referente a este método de suministrar energía, prácticamente solo podríamos mencionar uno. Y es que las placas solares ocupan grandes cantidades de espacio e influyen negativamente a nivel paisajístico.
A partir de aquí, todas y cada una de las características de los paneles solares se pueden enumerar como positivas. Centrándonos de nuevo en el sector primario, una de las ventajas más claras tiene que ver con la solución del problema de la propia localización de muchas de las explotaciones agrícolas del país.
Hay que tener en cuenta que en España, una cifra importante de terrenos donde se producen alimentos se encuentran muy alejados de los núcleos donde se localiza la red eléctrica. Instalar estaciones de suministro energético puntuales con placas solares, supone una solución clara para este y otros problemas.
Estas son algunas de las ventajas más claras de la irrigación de agua mediante sistemas de bombeo con placas solares:
Costes de las células fotovoltaicas y los kits solares
Al igual que sucede en otros ámbitos, la instalación de placas solares no deja de ser una inversión cuyos réditos pueden notarse bastante pronto. A pesar de que el desembolso inicial tiende a ser costoso, la amortización de ese coste se suele dar en unos 5 años ahorrando cantidades importantes de dinero. Al mismo tiempo, la duración de las estaciones eléctricas suele rondar los 25 años.
Al mismo tiempo, cada vez son más populares los llamados kits solares. Estos paquetes ponen a nuestra disposición todos los elementos necesarios para generar energía mediante paneles fotovoltaicos. Antes de comprar uno de estos kits, es muy recomendable hacer un estudio sobre el terreno para averiguar cuál es la mejor manera (si la hubiera) de hacer esta inversión.
Entre estos elementos encontramos baterías, inversores solares, estructuras para llevar a cabo el montaje e incluso sistemas de monitorización. Dependiendo de la potencia que necesitemos para el bombeo y de los extras, el precio se verá aumentado. No obstante, este precio oscila entre los 1.00 € y 1.500 € por kW de potencia.
Este rango de precio puede también variar significativamente por la zona geográfica en la que nos encontremos.
Automatización del riego
Otro de los grandes pros de estos sistemas de regadío tiene que ver con la automatización de los mismos. Muchos de los agricultores incluyen mecanismos informáticos que realizan un seguimiento de las necesidades de las plantas para regular el riego.
Con respecto a la automatización, es importante tener en cuenta que, a mayor radiación solar, mayor es la cantidad de agua que las plantas demandan. No obstante, al mismo tiempo que las plantas demandan más cantidad de agua y, por tanto, más bombeo, las propias placas están produciendo más energía al recibir mayor radiación.
Ahorro energético, hídrico y producción de energía limpia
Aunque ya se ha mencionado anteriormente, quizás la gran ventaja de la energía fotovoltaica resida en su impacto medioambiental. Dejando a un lado las comodidades y los ahorros económicos de los interesados, es evidente que apostar por energías más limpias beneficia a todo el mundo.
Por ello, uno de los grandes pros es la reducción de la huella de carbono y la sostenibilidad ambiental. De hecho, el propio ministerio de transición ecológica y reto demográfico (MITECO) incluye la energía fotovoltaica como un pilar para el cambio hacia modelos más limpios y se encarga de financiar proyectos que vayan en esta dirección.
Este ministerio pone el foco en el año 2030 y se plantea que para esa fecha el campo de nuestro país haya experimentado una transformación significativa hacia este tipo de modelo de regadío.