La teleasistencia es un servicio a domicilio para mayores o personas dependientes, que garantiza una respuesta rápida y efectiva ante situaciones de emergencia en el hogar. Teniendo en cuenta las características demográficas de España, la teleasistencia será un servicio imprescindible para muchas personas en un futuro próximo.
Tal y como hemos apuntado en otros artículos dedicados a la ley de dependencia, España es un país con unas características demográficas peculiares que, inevitablemente, requiere de una ley que proteja a las personas dependientes. La teleasistencia es un servicio que se establece en cualquier grado de dependencia para las personas mayores, y es un servicio de atención directa mediante el cual, a través de un dispositivo, se puede solicitar ayuda ante situaciones de emergencia, inseguridad o soledad.
Prácticamente, la mitad de las personas de 65 años o más requieren de algún tipo de ayuda en su vida para realizar tareas básicas como vestirse o comer, según el cuarto informe del observatorio estatal de dependencia.
La edad de 65 años marca el inicio de lo que se conoce como vejez. Las personas comprendidas en esta franja de edad son mucho más propensas a padecer enfermedades y dolencias que gradualmente menguan su capacidad de autonomía haciéndolas más dependientes.
Aunque dentro del conjunto de la unión europea nuestro país no sea ni mucho menos una excepción, el tema del envejecimiento de la población viene siendo un problema del que conviene estar bien informados.
Los datos de los mayores en España
El aumento de la esperanza de vida, sumado al estancamiento e incluso la bajada de la natalidad en algunas comunidades autónomas, hacen entrever que el problema del envejecimiento de la población irá a más con el paso de los años. El instituto nacional de estadística (INE) prevé que para el año 2033, un cuarto de la población española tenga 65 años o más.
A día de hoy, según el imserso, en España casi el 20% de sus ciudadanos son personas con 65 años o más. Si hablamos en términos absolutos, esta cifra supone referirse a aproximadamente 10 millones de personas.
En el periodo comprendido entre el año 2001 y el 2021 la cifra de personas comprendidas en esta franja de edad ha aumentado significativamente pasando de un 16% al 20%. Para las personas de 80 años o más, la subida en ese mismo periodo prácticamente se ha duplicado pasando del 3,4% en 2001 al 6% en 2021 según el INE.
Con estos datos sobre la mesa, es interesante saber en qué consiste la teleasistencia y que personas tienen derecho a recibir la financiación suficiente para instalarla en su casa.
Ley de dependencia y teleasistencia
¿Qué es la teleasistencia y para qué sirve?
La teleasistencia, esencialmente, es un servicio que brinda ayuda a las personas que viven solas en sus casas. A través de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, ordenadores o sensores conectados dentro de las viviendas, estas personas cuentan con un apoyo permanente por lo que pudiera pasar.
Mediante botones o alarmas, estos dispositivos dan la opción al usuario de ponerse en contacto con los centros de teleasistencia para solicitar ayuda en caso de emergencia o de necesidad. Los profesionales que se dedican a entender estas llamadas están disponibles las 24 horas del día y evalúan como poder echar una mano a sus pacientes.
Dependiendo de cuál sea el caso en cuestión, las tecnologías de la comunicación pueden hacer el trabajo por sí solas al detectar que algo en la casa no funciona como debería. Para ello, existe la posibilidad de instalar en casa sensores de movimiento, temperatura o incluso cámaras de video.
Estos sistemas son, en muchas situaciones, claves para proporcionar a las personas dependientes el soporte necesario para que puedan desarrollar con normalidad el día a día.
Por si fuera poco, la teleasistencia es un sistema muy eficaz para solucionar posibles accidentes dentro de casa o situaciones de emergencia. Para muchas familias de personas ancianas, disponer de esta seguridad es clave para poder estar tranquilos dejando solos a los mayores en sus propias casas.
La financiación de la teleasistencia
España cuenta desde el año 2007 con la llamada ley de dependencia que, entre otras cosas, pretende igualar las posibilidades y las condiciones de vida de los ciudadanos de España. La gran mayoría de personas que se acogen a esta ley están comprendidas en la franja de edad que mencionábamos anteriormente con 65 años o más.
En España, en casi 2 millones de residencias vive una persona mayor sola según el imserso. Por ello, poder ofrecer y dar acceso a la teleasistencia a todos estos casos es de vital importancia.
La ley de dependencia financia la teleasistencia a muchos de los pacientes que se acogen a ella o que pretende hacerlo independientemente de su grado de dependencia. De hecho, muchas comunidades autónomas proporcionan a los dependientes de grado I únicamente una subvención para instalar estos sistemas de comunicación asistida.
No obstante, para muchos expertos en materia como José Manuel Ramírez (presidente del observatorio de dependencia) esta ayuda se queda corta. Para que sea eficaz y marqué una diferencia significativa, la teleasistencia debería estar acompañada de otras prestaciones y/o servicios.
La realidad del estado de la ley de dependencia en España
Aunque sobre el papel la ley de dependencia es la garantía que promete a todas las personas dependientes recibir las ayudas necesarias para equiparar oportunidades, la realidad en muchos casos no es esta.
Aunque la financiación es competencia del estado, la gestión y la tramitación de las solicitudes de acogida a la ley dependen únicamente de las comunidades autónomas. En última instancia, esto provoca grandes alteraciones entre regiones de España y genera mucha desigualdad entre las personas dependientes.
El limbo de dependencia
El limbo de dependencia es un concepto reciente para referirse a las personas dependientes que están a la espera de recibir sus subvenciones después de haber sido reconocidas como dependientes.
Esta situación en la cual se encuentran aproximadamente 160.000 personas, provoca verdaderos dramas al haber personas que mueren sin haber recibido una ayuda que les correspondería por derecho.
Si hablamos de teleasistencia, una persona que no haya recibido la ayuda de la dependencia y quiera o necesite instalar estos dispositivos en casa tendrá que hacer el desembolso de su propio bolsillo. Por la realidad de nuestro país, muchas familias y muchas personas que se enfrentan a la soledad pueden llegar a tener dificultades para pagar este servicio.
Esto último, sumado a que como apuntábamos anteriormente, la teleasistencia por sí sola puede ser insuficiente, crea situaciones claras de desigualdad.
El coste de instalación de sistemas de teleasistencia, aunque dependen de muchos factores, parte aproximadamente de los 150 €. Dependiendo de las necesidades de cada uno, puede haber costes adicionales de instalación o costes de dispositivos más técnicos.
Referencias
- https://imserso.es/espacio-mayores/estadisticas/mayores-un-clic
- https://www.defensordelpueblo.es/wp-content/uploads/2019/06/Separata_situacion_demografica.pdf
- https://www.ine.es/prodyser/demografia_UE/img/pdf/Demograhy-InteractivePublication-2021_es.pdf?lang=es
- https://www.ine.es/covid/piramides.htm
- https://www.domestiko.com/blog/el-estado-de-la-ley-de-dependencia-en-espana/#la-realidad-de-las-ayudas-recibidas-por-parte-de-las-familias
- https://www.jubilaciondefuturo.es/es/blog/el-limbo-de-la-dependencia-las-listas-de-espera.html
- https://documentos.fedea.net/pubs/eee/2022/eee2022-16.pdf?utm_source=wordpress&utm_medium=portada&utm_campaign=estudio