Según la RAE, la definición de soledad tiene que ver, simple y llanamente, con la condición de estar carente de compañía. Esta aséptica descripción no añade connotaciones de ningún tipo y no distingue entre condiciones positivas o negativas para definir la palabra soledad.
Partiendo de esta base, podemos deducir que existen dos tipos de soledad que son muy diferentes entre si: una de ellas que es provocada por la propia persona para aislarse momentáneamente de la vida social y otra que no es deseada. Es decir, nos viene impuesta por múltiples factores y deshacerse de ella puede llegar a ser muy complicado.
A este último tipo de soledad, que esta cargada de connotaciones negativas, la solemos conocer cómo “soledad no deseada”.
La soledad no deseada podría definirse cómo aquel sentimiento de abandono o desamparo que sufren las personas que no están satisfechas con el nivel o la calidad de vida social que tienen.
Este tipo de soledad es muy común en personas de edades avanzadas cuyas vidas y cuyas rutinas comienzan a cambiar por el mero hecho de hacerse mayores, aunque no son ni mucho menos el único estrato social que la sufre.
La soledad no deseada en las personas mayores
A pesar de que, como apuntábamos anteriormente, las personas mayores no son las únicas que padecen la soledad no deseada, lo cierto es que son uno de los colectivos más vulnerables para padecer este fenómeno.
La explicación a este hecho es bastante obvia y tiene que ver, primordialmente, con la muerte de seres queridos o con la emancipación de los hijos fuera de casa. No obstante, otros factores como el aumento de la esperanza de vida y las bajas tasas de natalidad también influyen directamente en la soledad de los más mayores.
Si nadie está exento de padecer las consecuencias directas de la soledad (como veremos a continuación) uno de los grupos más vulnerables es sin duda el de los ancianos.
Y es que estas consecuencias pueden traducirse, en definitiva, en un acortamiento de la vida de los más mayores al padecer otro tipo de patologías psíquicas como la depresión, el sedentarismo o la tristeza. De hecho, aunque la propia soledad no derive en enfermedades mentales directas, estos síntomas de aislamiento pueden hacer que los últimos años de vida sean mucho más tediosos.
Por ello, es muy importante contar con toda la ayuda posible para intentar frenar los efectos de la soledad actuando lo más rápido posible. En este sentido, las personas cercanas (familiares y amigos) al afectado son claves para paliar los efectos de la soledad.
No obstante, en ocasiones resulta muy difícil conciliar nuestras vidas profesionales con nuestras vidas personales y puede ser necesario acudir a profesionales para que el anciano en cuestión sienta que no está solo. En este sentido, los psicólogos y las cuidadoras juegan un papel crucial.
La función de los cuidadores contra la soledad no deseada
En caso de que nos sea muy difícil realizar de forma asidua visitas a aquel familiar que sienta que está cayendo en una cierta soledad, las personas cuidadoras pueden jugar un papel fundamental para contrastar los efectos de la falta de compañía.
Además de suponer una ayuda significativa para los ancianos que ya no tienen tanta independencia como antes, las cuidadoras profesionales dan una compañía periódica que puede suponer la diferencia entre sentirse solo o no.
Los cuidadores profesionales acompañan en la casa y fuera de ella y pueden en ocasiones llegar a convertirse en verdaderos confidentes de los ancianos generando una estrecha relación entre las dos partes.
De no necesitarse para tareas domésticas, las cuidadoras o cuidadores pueden también acompañar a los ancianos a realizar otro tipo de actividades fuera de casa destinadas en ultima instancia a combatir la soledad o a llevar a cabo las tareas que requiere el día a día.
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Causas y consecuencias de la soledad no deseada
Si bien es cierto que el tema de la soledad se ha tratado durante mucho tiempo como algo serio y se ha intentado mitigar sus efectos, durante los últimos años ha habido un incremento de casos que podrían englobarse dentro de lo que hemos definido como soledad no deseada.
Sin ir más lejos, el Observatorio estatal de la soledad no deseada, en su informe del año 2024, señala que un 20% de la población española sufre esta afección. Además, el propio análisis menciona que en el conjunto de la sociedad hay un consenso generalizado sobre la gravedad del asunto.
Aunque comúnmente se ha vinculado la soledad con las personas mayores y con los discapacitados, lo cierto es que según este mismo observatorio, un 25% de las personas entre 16 y 29 años también padecen esta afección psíquica.
Por ello, estudiar cuales son las causas y las consecuencias de este sentir puede hacernos entender cuál es el impacto real de un fenómeno que, como vemos, cada vez está más extendido.
Al tratarse de un tema subjetivo y de difícil tratamiento, el aislamiento social impuesto se puede mirar desde varios prismas y cada caso puede ser muy diferente a otro. No obstante, aunque las causas y las consecuencias de este tipo de soledad sean heterogéneas, podemos hablar de tres aspectos principales que explican bien el concepto y el fenómeno: El componente social, el psicológico y el emocional.
El componente social de la soledad no deseada. Principales causas
Sin lugar a dudas, las sociedades occidentales estamos siendo participes de cambios que se producen de manera muy rápida y a los que en cierta medida cuesta adaptarse. Muchos de estos cambios tienen que ver con el desarrollo tecnológico y con la manera que tenemos hoy en día de comunicarnos entre nosotros.
Un claro ejemplo de ello tiene que ver con la proliferación del teletrabajo después de la pandemia de Covid-19 o el aumento espectacular de los pisos de alquiler en ciudades como Barcelona debido al “fenómeno Airbnb”.
Estos cambios no serían posibles sin tener una comunicación inmediata con cualquier parte del mundo a cualquier hora del día. Paradójicamente, esta nueva forma global e inmediata de comunicarnos provoca, en última instancia, que el sentimiento de soledad se haga mucho más pronunciado debido, primordialmente, a estos dos factores:
- El tiempo que pasamos en el plano digital: Pasar mucho tiempo conectado a dispositivos que permiten tener una especie de vida paralela en el plano digital, puede hacer que descuidemos la vida social en el plano real. De hecho, es muy común en las personas que pasan muchas horas diarias pendientes de las redes sociales acaben exhaustos de toda la información a la que están expuestos.
- Las redes sociales: Unido a lo anterior, consumir demasiado tiempo en las redes sociales puede provocar que inconscientemente nos sintamos más solos al comparar lo que están haciendo otros y lo que estamos haciendo nosotros.
Actualmente, muchas redes sociales permiten compartir casi cualquier tipo de contenido en tiempo real. Normalmente, lo que la gente comparte son encuentros sociales, fiestas o viajes que pueden hacer que la cotidianidad se haga mucho más difícil de llevar al hacer esta comparación inconsciente.
Por si fuera poco, existen también cambios sociales que no están directamente ligados a la las tecnologías de la comunicación y a las redes sociales.
- Los modelos familiares del presente: el modelo de familia tradicional se esta poniendo cada vez más en duda y provoca que las personas estén cada vez más lejos entre si por motivos como el trabajo o por no tener como un objetivo imprescindible el hecho de asentarse en un lugar para tener hijos.
- El nivel educativo de la persona en cuestión: el nivel de estudios de la persona que padece soledad esta relacionado. A mayor nivel cultural, menos sensación de soledad.
- El aislamiento y el anonimato de las ciudades: Por último, cabe señalar el fenómeno llamado como “soledad de la multitud” que hace referencia a la paradoja de sentirse aislado en una ciudad donde conviven miles de personas. Este sentimiento esta relacionado con la fugacidad de algunos de los encuentros en la ciudad y con el anonimato de los individuos que habitan la urbe.
A modo de conclusión, es interesante apuntar que las principales causas de la soledad son causas externas al individuo y no tienen nada que ver con la propia personalidad de las personas. La soledad no deseada viene a ser una sensación que no necesariamente este ligada con la definición que hacia la RAE de estar carente de compañía.
La soledad no deseada en el plano emocional y psicológico. Principales consecuencias
A la hora de estudiar cuales son las consecuencias de padecer la soledad nos encontramos con que las personas pueden reaccionar a ese aislamiento de una manera más inmediata o de una manera más duradera.
Cuando hablamos de respuestas inmediatas podemos referirnos a, por ejemplo, variaciones del estado de animo que pueden provocar apatía, angustia o tristeza. Comúnmente estas consecuencias pueden englobarse dentro del plano emocional y, dependiendo de la intensidad con la que se experimenten, pueden provocar otros problemas.
Sin ir más lejos, algunas personas que se sienten solas y acaban desarrollando una tristeza intensa o un miedo al rechazo pronunciado, pueden descuidar de manera preocupante su propia salud física cayendo en hábitos perjudiciales como el tabaquismo o el sedentarismo.
Por otro lado, cuando la persona sufre un conjunto de sensaciones negativas derivadas de la soledad puede incurrir en consecuencias a nivel psicológico.
Los aspectos psicológicos de la soledad son aquellos que tienen una naturaleza más duradera y aquellos que han calado durante mucho tiempo en la persona haciendo que genere un problema mental a largo plazo.
En este punto nos encontramos con enfermedades como la depresión o la ansiedad (que son también muy comunes en las sociedades modernas del siglo XXI).
Las consecuencias económicas de la soledad
Finalmente, fuera del plano más personal, el observatorio de la soledad no deseada ha elaborado otro informe dónde pone de manifiesto cuales son los costes económicos derivados de esta afección.
Debido a las enfermedades mentales, los medicamentos, tratamientos y a la improductividad de las personas que sufren las soledad, se estima que los costes podrían ascender a los 14 mil millones de euros. Es decir, un 1,17% del PIB nacional.
Por si fuera poco, ese sentimiento de tristeza, apatía y desgana hace en ultima instancia que la persona se plante el proceso de afección como un tiempo perdido en el cual no vale la pena hacer el tipo de actividades que hacia previamente.
Como paliar la soledad no deseada
Afrontar y paliar la soledad no deseada puede ser un reto para aquellas personas que la padecen. Y es que al igual que sucede con otras patologías psíquicas, el reconocimiento del propio problema es clave para poder continuar hablando de una recuperación y de la construcción de una fortaleza que de herramientas al paciente para no sufrir las consecuencias de la soledad.
No obstante, lo cierto es que al igual que sucede con otras enfermedades, la soledad tiene un fuerte estigma en aquellas personas que la sufren.
Una vez el paciente es capaz de advertir que esta pasando por un periodo de soledad se debería intentar acudir, en la medida de lo posible, a aquellas personas más cercanas son como familiares y amigos. Estas personas suelen desempeñar un papel clave a la hora de acompañar al afectado para intentar hacer que su perspectiva cambie.
Con todo, la psicología en pleno 2024 ha experimentado una gran visibilidad y, cada vez más, el estigma sobre acudir al psicólogo se esta perdiendo.
Muchas personas que han tomado la iniciativa de acudir periódicamente al psicólogo han notado una mejora significativa de su estado de animo y en su sensación de soledad.
De hecho, según el catedrático Luis Joaquin Garcia, acudir al psicólogo aunque no se haya experimentado sensación alguna de soledad previa, puede ayudar a prevenir este sentimiento en el futuro.
Referencias
- https://www.soledades.es
- https://www2.cruzroja.es/-/que-es-la-soledad-no-deseada-la-soledad-que-duele-smta-cnt
- https://fundacionmelior.org/archivado/la-soledad-entre-la-multitud-de-la-era-de-la-comunicacion/
- https://www.soledades.es/sites/default/files/contenidos/Infografi%CC%81a_El%20coste%20de%20la%20soledad%20no%20deseada.pdf
- https://www.ucm.es/otri/la-irrupcion-geografica-del-fenomeno-airbnb
- https://elobservatoriosocial.fundacionlacaixa.org/es/-/la-soledad-no-deseada-en-las-personas-mayores
- https://www.fundacionfass.org/general/las-consecuencias-de-la-soledad-no-deseada-en-las-personas-mayores/
- https://aiudo.es/una-cuidadora-combatir-la-soledad/?srsltid=AfmBOoowCl3CkHus2f2Q6p2C84D4Gi4s8wno8WHh5vBYKrI95JF1T49o
- https://www.doctoralia.es/blog/como-combatir-soledad-estrategias-apoyo-psicologico
- https://www.ideal.es/jaen/jaen/asistir-terapia-psicologica-protege-soledad-20240209193005-nt.html