El autoconsumo eléctrico en España sigue siendo uno de los temas más actuales y con una gran proyección de futuro hacia una energía más limpia y económica. Después de que el año 2022 estuviese marcado por las subidas récord de los precios de la luz, este 2023 puede suponer un punto de inflexión para una transición consolidada hacia las energías renovables y el autoconsumo.
Como no podía ser de otra manera, la energía fotovoltaica en España tiene un potencial enorme debido a las características climáticas de la península y las islas. A pesar de que las cifras pueden variar dependiendo de la región, España cuenta aproximadamente con unas 2.800 horas de sol anuales situándose muy por encima de algunos países europeos de su entorno.
Desde que en el año 2015 se derogase la polémica ley de Mariano Rajoy que grababa impuestos por la conexión a la red eléctrica (conocido popularmente como impuesto al sol), España ha avanzado significativamente en cuanto a su capacidad energética fotovoltaica.
Por ello, casi un 2% de la demanda energética en España se produce mediante los rayos solares según un informe de Endesa. Este mismo estudio apunta que ya hay casi unas 300.000 viviendas (independientes y comunitarias) sumadas a las más de 50.000 empresas que se benefician de esta manera de generar electricidad.
Es importante entender que además de los hogares independientes, las comunidades de vecinos también pueden plantearse la instalación de paneles solares para realizar el cambio hacia este tipo de consumo energético. Actualmente, existen ayudas gubernamentales y normativas que favorecen que se esté dando este tipo de transición hacia una energía más limpia y barata.
Normativas referentes a la instalación de placas solares en comunidades de vecinos
Antes de hablar de los beneficios económicos y del coste de la instalación de las placas solares, es importante tener claro el marco legal para su puesta en marcha. Como bien se apuntaba anteriormente, muchas de las trabas que trajo consigo la derogada ley del gobierno de Rajoy han sido eliminadas y hoy es mucho más fácil acceder a este tipo de instalaciones.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que se puede aprovechar la energía solar en una comunidad de vecinos de dos maneras:
- Instalando placas fotovoltaicas para que alimenten únicamente los espacios compartidos del edificio (alumbrado, ascensores, etc.)
- Instalando placas fotovoltaicas que, además de alimentar dichas zonas del edificio, también suministren de energía a las viviendas del mismo.
En estos dos casos, el uso que se hace de los paneles solares es comunitario y compartido por todos los propietarios. De esta manera, independientemente de la modalidad escogida, los beneficios que genere este suministro energético se han de repartir entre los vecinos que hayan votado a favor de su implantación.
Para que se pueda llevar a cabo una obra de instalación de placas solares es necesario que se den previamente estos pasos dentro del marco legal de la ley de propiedad horizontal.
- La decisión ha de tener el respaldo de una mayoría simple de los votos. Es decir, la mitad de los propietarios más uno han de votar a favor de dicha instalación.
Estas votaciones se llevan a cabo mediante juntas en las cuales las ausencias cuentan como votos favorables. De dar luz verde a la obra, los propietarios que votasen en contra no podrán beneficiarse de los ahorros energéticos derivados.
- En cuanto a los costes, la comunidad puede acordar que los vecinos que estuviesen en contra paguen menos o incluso lleguen a no pagar. No obstante, esto se tiene que reflejar en un acuerdo y de no ser así también tendrían que soportar los costes de instalación.
- Los costes de instalación de las placas fotovoltaicas no puede ser superiores a los costes de 12 mensualidades derivados de la propia comunidad de vecinos. Este coste tiene en cuenta posibles ayudas o subvenciones que se apliquen a la instalación.
Pasado este primer filtro, la comunidad de vecinos tendrá que encargarse de contratar profesionales que hagan un estudio energético del edificio y exámenes de la propia fachada y azotea, teniendo en cuenta la obra que supondrá la instalación de las placas solares.
En función de estos estudios, se nos dará un presupuesto mediante el cual podremos saber si el coste se ajusta a lo anteriormente expuesto o no. También hay que tener en cuenta que los permisos de obra pueden variar significativamente dependiendo del tipo de edificio o de la ciudad en la que nos encontremos.
Placas solares no compartidas
De la misma manera, es posible que se den casos en los cuales un solo propietario quiera instalar placas solares para su vivienda y el resto no. En estas situaciones, únicamente un tercio de los vecinos del edificio tienen que estar de acuerdo con su instalación.
Los costes de la misma corren a cargo de dicho propietario y su colocación no podrá realizarse en el tejado o la azotea del edificio. Se tendrá que estudiar la posibilidad de hacerlo en el balcón o en la terraza de la vivienda interesada. Aunque también existe la posibilidad de situarlas en algún lugar de la fachada del mismo.
Costes y beneficios de las placas solares
Una de las claves para decantarse por instalar o no placas solares en una comunidad de vecinos tiene que ver con el aspecto económico. Tanto si se ve como una oportunidad como si se ve como un riesgo elevado, casi siempre el coste será el factor determinante que acabe decantando la decisión final.
De hecho, se podría afirmar que, cuando ya existe un consenso absoluto en cuanto al beneficio medioambiental que supone no depender de energías no renovables, la única traba posible es el dinero.
Los costes de instalación de placas solares varían en función de muchos factores. Dependiendo de los resultados que hayan determinado los estudios sobre consumo energético, cada edificio necesitara más o menos células fotovoltaicas y el lugar donde tengan que estar ubicadas afectará significativamente al precio.
Lo que sí está claro es que, según la Organización de consumidores y usuarios (OCU), la amortización de los costes de instalación de los paneles solares se suele llevar a cabo en unos 3 años con un ahorro anual del 17%. Esta cifra también se puede traducir como un ahorro mensual de 50 euros en la factura de la luz para casos en los que la energía solar afecte a las viviendas y a la energía comunitaria del edificio.
Los excedentes de los paneles solares
Con todo, uno de los atractivos más destacados para decantarse por la energía solar tiene que ver con los excedentes que esta pueda producir. Si hablamos de regiones de España del Mediterráneo, del sur o del interior, estos excedentes pueden llegar a ser muy elevados y con ellos los propietarios de la comunidad pueden percibir compensaciones económicas interesantes.
Los propietarios de las comunidades pueden elegir las siguientes opciones para beneficiarse con estos excedentes energéticos:
- Vender los excedentes a la red energética. Actualmente, existen dispositivos inteligentes que realizan un estudio de mercado eléctrico para detectar subidas y bajadas en el precio del kilovatio para determinar cuándo es mejor vender el excedente.
- Para momentos de insuficiente energía como la noche o en épocas prolongadas de lluvias, el excedente puede ser almacenado en baterías para su uso posterior.
- Los vecinos también pueden decidir dividir los excedentes entre los participantes del proyecto energético para que cada uno haga con ellos lo que mejor le convenga. Es muy común que estos excedentes sean usados para cubrir las demandas energéticas comunitarias.
Ayudas y subvenciones para suplir los costes de instalación de paneles solares
Como se apuntaba anteriormente, En España existe la opción de solicitar ayudas y subvenciones para cubrir los gastos de instalación de las placas solares. Estas ayudas están financiadas por los fondos europeos “Next Generation” y se gestionan por las comunidades autónomas.
Por ello, para poder solicitar este tipo de ayudas se ha de acceder a las páginas web de la comunidad autónoma donde este situado el edificio y comenzar a realizar los trámites.
Hay que tener en cuenta que antes de empezar esta solicitud, se nos requerirá tener a disposición los informes de los estudios energéticos y los permisos de obra correspondientes para la instalación. Con ello, sabremos a qué tipo de ayuda puede ajustarse nuestra comunidad de vecinos.
Entre las principales ayudas, destacan aquellas que financian parte del coste del proyecto de instalación. No obstante, también existen ayudas que favorecen la venta de excedente con precios menores en el mercado energético o beneficios fiscales.