Ya sean independientes o no, el cuidado de las personas mayores plantea una serie de retos para los familiares y los allegados que requieren de planificación y sobre todo de mucho tiempo.
Cuando nos encontramos con la tesitura de tener que gestionar el cuidado de una persona mayor dependiente solemos encontrarnos con dos opciones: Contratar a un profesional para que se haga cargo de dichos cuidados en casa o, en otros casos, ingresar al anciano en una residencia de la tercera edad.
La elección de una u otra alternativa depende de multitud de variables teniendo muy en cuenta que la situación de cada persona es única. No obstante, puede haber puntos en común que ayuden a las familias a decantarse por un camino si no disponen del tiempo necesario para los cuidados.
Cuidadores de personas mayores dependientes a domicilio
Los cuidadores de ancianos son profesionales que se dedican a atender las necesidades de las personas mayores en su propio hogar y de establecer un plan para llevar a cabo ese cuidado.
En España existen empresas acreditadas que ofrecen la posibilidad de contratar a un cuidador que se encargue de estas tareas. Por lo general, estos profesionales suelen tener formación en enfermería, geriatría, fisioterapia y otras disciplinas médicas.
Actividades y tareas de los cuidadores a domicilio
Como bien se mencionó anteriormente, cada caso y cada anciano es un mundo distinto y los cuidadores han de lidiar con ello. Estas diferencias tienen que ver, en primera instancia, con la propia personalidad del anciano y de los problemas, si los hubiera, que este tenga a nivel físico o mental. A pesar de ello, las familias suelen demandar una serie de actividades y de tareas que son comunes a muchos casos:
- Acompañamiento y comunicación afectiva con los mayores: Es imprescindible que, llegado el punto en el cual exista una confianza entre la persona atendida y su cuidador, haya una predisposición por escuchar sus preocupaciones y necesidades ofreciendo apoyo emocional.
- Llevar a cabo las tareas domésticas que tengan más dificultad o que no puedan llevarse a cabo por el propio anciano.
- Si la persona es completamente dependiente, los cuidadores tendrán que ayudarles a realizar las tareas cotidianas como vestirse o comer.
- Hacer un seguimiento del estado de salud de la persona mayor. Es importante que los cuidadores estén al tanto de cómo evoluciona a nivel físico y a nivel mental la persona a la que estén cuidando, así como controlar los medicamentos que se esté tomado el anciano.
Principales ventajas de contratar a un cuidador a domicilio
Con todo, de la ayuda a domicilio se pueden deducir una serie de ventajas que pueden ayudarnos a elegir este tipo de alternativa para el cuidado de personas mayores.
Lo principal de todo es que en estos casos los ancianos reciben un choque de realidad mucho más leve que en las situaciones donde las familias deciden optar por las residencias. Hay que tener en cuenta que, para la mayor parte de las personas, su casa es la zona de confort y donde se sienten más seguras.
Por si fuera poco, los cuidadores ofrecen una atención personalizada a una única persona pudiendo, en algunos casos, llegar a establecer un fuerte vínculo con su paciente que puede ser muy beneficioso para la salud mental de los ancianos.
Para hablar de las ventajas de la contratación de ayuda a domicilio no podemos dejar de lado el tema económico. Por norma general, los costes de la contratación de un profesional a domicilio son mucho menores que los de una residencia de ancianos y suelen ser más flexibles.
En España, según la organización de consumidores y usuarios (OCU), el coste de contratación de un cuidador a domicilio oscila entre los 1293€ y los 2253€ mensuales. Estas variaciones pueden depender de varios factores como la formación del cuidador o la zona geográfica donde se encuentre.
¿Por qué elegir una residencia de ancianos?
Las residencias de ancianos son instituciones enfocadas al cuidado de las personas mayores que ofrecen servicios variados para cumplir con las necesidades de estos.
Existen multitud de residencias diferentes que cuentan con programas u opciones específicas. De hecho, en una misma institución se dan casos en los cuales el cuidado de una persona mayor no tiene nada que ver con el de otro por las necesidades específicas de cada uno de ellos.
Por norma general, la personas que optan por ingresar a sus ancianos en las residencias es porque existe una fuerte dependencia por parte de los mayores. Estos hogares, a pesar de ser más caros que los cuidadores a domicilio, garantizan una supervisión las 24 horas del día por parte de profesionales médicos de diferentes ramas.
Las ventajas en las residencias
- Atención constante: Como se mencionaba anteriormente, una de las principales ventajas de estas instituciones tiene que ver con el cuidado permanente durante las 24 horas del día en los 7 días de la semana. Esto se hace especialmente importante si el anciano no puede valerse por sí mismo.
- En lo que respecta a lo social, las residencias de ancianos son lugares donde, en muchos casos, los mayores se relacionan con más gente que estando en sus propias casas. Este componente puede ser determinante para ayudar a sobrellevar el sentimiento de soledad que padecen algunos ancianos. De hecho, algunos hogares de ancianos organizan actividades lúdicas para hacer más efectiva la socialización entre residentes.
- Al ser lugares diseñados para el cuidado de ancianos, la seguridad juega un papel importante para que se eviten los accidentes y los imprevistos.
- A nivel médico, muchas residencias cuentan con un personal amplio entre los cuales se pueden incluir enfermeras, médicos geriatras, fisioterapeutas o terapeutas ocupacionales.
En lo que respecta al precio, cada residencia varia en función del lugar dónde nos encontremos o de los servicios que esta ofrezca, entre otros muchos factores. Por ello, es muy importante estudiar cuál convendrá más a la persona mayor que necesita la atención.