A lo largo de la carrera laboral de la mayoría de las personas, existen momentos en los cuales, por un motivo u otro, nos podemos encontrar en una situación de desempleo. Ya sea por nuestra propia decisión o por circunstancias ajenas a nuestra voluntad, lo cierto es que es altamente probable que en algún momento de nuestra vida tengamos que gestionar esta fase.
Si bien es cierto que cada vez es más complicado que se den despidos improcedentes por la modalidad de contratos actual en España (por la reforma laboral del año 2022), hay que tener en cuenta otras circunstancias por las cuales un trabajo puede llegar a su fin.
El hecho de estar momentáneamente sin empleo, a priori, no tiene por qué ser especialmente preocupante. En la mayoría de las épocas y en la mayoría de las zonas geográficas, el mercado laboral se encuentra en constante movimiento renovando al personal que lo integra.
Además, una situación de desempleo con una cierta edad puede contemplarse también como una oportunidad de desempeñar de forma autónoma un trabajo que realce nuestra vida profesional y nos motive de manera plena. A fin de cuentas, reinventarse.
No obstante, si lo que el trabajador busca es reincorporarse a un sector laboral firmando un contrato, lo cierto es que esta renovación suele darse entre trabajadores cuyas carreras aún están dando sus primeros pasos.
Encontrar trabajo de esta manera, con una cierta edad, puede ser un problema del que partir con desventaja para muchos trabajadores. El motivo de ello tiene que ver con que el mercado laboral, de manera orgánica, suele buscar empleados jóvenes que se mantengan en su puesto de trabajo a largo plazo, entre otros motivos.
A pesar de ello, los trabajadores que rondan los 50 años o los superan también pueden encontrar ventajas derivadas de su edad para encontrar empleo. Sea cual sea la situación, es conveniente no acomodarse en un puesto de trabajo y seguir haciendo nuestro perfil atractivo para un mercado laboral altamente dinámico.
Dificultades para ser contratados a partir de los 50 años
Las dificultades que las personas comprendidas entre estas edades pueden encontrar para conseguir un contrato parten, en primer lugar, por estereotipos que no tienen por qué ajustarse a la realidad.
Siempre y cuando un trabajador quiera seguir desempeñando un empleo por cuenta ajena tendrá que enfrentarse a este tipo de situaciones que pueden complicar su reincorporación al sector en cuestión.
Si hacemos el ejercicio de ponernos en la piel del personal de recursos humanos de una empresa y hemos de elegir entre un candidato joven y otro con 50 años, se nos pueden venir a la cabeza varios puntos en contra en forma de prejuicios como el deterioro de la salud por la edad o menores capacidades físicas.
Una vez sobrepasados estos prejuicios, si los hubiera, existen también factores objetivos que sí pueden dificultar el hecho de encontrar un trabajo si se tiene más de medio siglo de edad.
Hándicaps en forma de prejuicios
- La poca actualización de las personas mayores: Debido al constante estado de cambio tecnológico al que se ven abocadas las empresas, podría pensarse que la adaptabilidad de las personas jóvenes es más dinámica y eficaz para después desarrollar un trabajo en función de ellas.
- Riesgos de flexibilidad laboral debido a la salud: Los empleados jóvenes toleran más y son menos propicios a las enfermedades y a las ausencias laborales.
- Menos adaptabilidad a modelos de trabajo más modernos: Con el fin de buscar la máxima productividad en todo momento, las empresas buscan adaptarse a dinámicas y técnicas que aumenten la eficacia de los trabajadores.
De la misma manera que en los puntos anteriores, podría pensarse que las personas con una cierta edad son más orgullosas y reacias a cambiar modelos de trabajo que llevan desempeñando durante largos años de carrera.
Hándicaps objetivos derivados de edades más avanzadas
- Competencia con jóvenes promesas del sector: Muchos de los trabajadores jóvenes que optan por incorporarse a un determinado sector laboral lo hacen con estudios técnicos y teóricos muchos más actualizados que los que haya podido hacer en el pasado alguien de más de 50.
A pesar de que tanto los másters como los postgrados no están enfocados únicamente a personas jóvenes, lo cierto es que la gran mayoría de su público son alumnos recién salidos de carreras universitarias.
- Conciliación laboral y familiar: Las personas con más edad suelen tener más problemas de flexibilidad laboral por el hecho de tener que conciliar su vida personal con la profesional. El cuidado de los ancianos puede generar inconvenientes lógicos en el trabajo ya sea por falta de productividad o por ausencias justificadas en el puesto de trabajo.
- Exigencia contractual debido a la longevidad en el sector: Por último, los profesionales que llevan muchos años desempeñando el mismo trabajo en una empresa suelen exigir un sueldo, como mínimo, igual al anterior que ya tenían en el último trabajo.
Qué hacer si me quedo sin trabajo con más de 50 años
Para paliar esta desventaja de la que pueden partir algunos trabajadores más veteranos, existen herramientas y soluciones que pueden revertir la balanza y hacer que, de hecho, nuestro perfil sea más atractivo que el de la competencia.
Sea cual sea el ámbito laboral en el cual queramos entrar, es importante usar la experiencia de todos los años trabajados como principal baza a la hora de postular a un trabajo.
No obstante, para hacer que esa experiencia juegue a nuestro favor es muy importante abrirnos a otros campos que no sean el que ya conocemos de antemano y, por ejemplo, plantearse hacer aquello que más nos motive o más nos llame la atención.
Un claro ejemplo de ello podría ser el hecho de convertir nuestra afición o nuestra pasión en nuestra fuente de ingresos de forma autónoma.
Para ello, independientemente de que estemos o no sin trabajo (con la edad que sea) es importante tener esto en cuenta para no renunciar en un futuro a desempeñar el trabajo que más nos motive:
- No acomodarse y, en caso de que el empleado esté pensando en renunciar a su puesto de trabajo para buscar otro, realizar cursos y seguir formándose en aquello que nos guste más. No dar por hecho nada solo por la experiencia que podamos demostrar.
- Anticiparse a una posible situación de desempleo ampliando la red de contactos es muy importante para que se nos tenga en cuenta en otros sectores. Estar activamente buscando otras opciones laborales, aunque estemos cubiertos es interesante para que nos tengan en cuenta por lo que pueda pasar en el futuro.
- Por último, siempre existe la posibilidad de no depender de terceras personas para desempeñar un trabajo. Si nuestra profesión o nuestra afición lo permite, es interesante explorar la vía del autoempleo para poder completar profesionalmente nuestros últimos años de carrera. Además, la propia administración española ofrece ciertas ventajas para aquellas personas que se dan de alta en el régimen de autónomos por primera vez.
De hecho, llegados al punto de edad que estamos planteando en este artículo, el hecho de quedarse sin un trabajo puede abrir una vía muy interesante para lanzarse profesionalmente a aquella labor que siempre nos ha gustado o nos ha llamado la atención.
Son numerosos los casos de trabajadores que han estado durante toda su vida desempeñando un oficio que no les motivaba o no les gustaba lo suficiente. Por ello, es importante también plantear una situación de desempleo de una manera positiva y tomárselo más como una oportunidad que como un lastre.
Trabajar como autónomo
Como bien apuntábamos anteriormente, Trabajar como autónomo, o darse de alta en el régimen de autoempleo, no tiene por qué ser la última opción y de hecho puede ser una opción muy interesante a largo plazo.
Ya sea por salir de una situación de desempleo o por mejorar una situación laboral actual, el régimen de autónomos español contempla una serie de ventajas de las que los trabajadores por cuenta ajena no disponen.
Además, los trabajadores con una cierta edad pueden ver con muy buenos ojos las ventajas derivadas del trabajo autónomo como pueden ser la flexibilidad de horarios o el hecho de eliminar las jerarquías de las empresas.
Los autónomos pueden ofrecer sus productos o servicios en una cantidad significativa de portales web que se adapten a sus intereses. Sin ir más lejos, en domestiko.com existen muchos trabajadores autónomos y muchos clientes potenciales con los que ponerse en contacto de forma sencilla y rápida.
Por otro lado, la administración pública ofrece ayudas en forma de subvención para aquellos trabajadores de 50 años o más que se den de alta en el régimen de autónomos si cumplen ciertas características.
Una de las condiciones, por ejemplo, tiene que ver con el hecho de no pertenecer a este régimen desde hace 2 año o más. En el caso de haber recibido esa reducción de la tarifa previamente, tendrán que pasar 3 años o más para volver a recibirla.
- Reducción de la cuota mensual. Desde hace poco, la tarifa plana para nuevos autónomos se ha aumentado para todos los rangos de edad y durante los primeros 12 meses, la cuantía de la cuota asciende a 80 euros.
- Cambios en la base de cotización. Desde el año 2023, los nuevos autónomos con 47 años o más pueden cambiar su base de cotización (siempre partiendo del mínimo de 1.018,05€ mensuales) para que en el futuro la cuantía de su futura pensión sea más alta. Al año, el trabajador puede cambiar su base de cotización hasta 4 veces para ajustarla a sus necesidades futuras o presentes. Es recomendable, no obstante, tratar estos temas con gestores que sean conocedores del funcionamiento de estos detalles.
- Ayuda y asesoramiento para autónomos mayores de 50. Tanto asesorías como la propia administración ponen a disposición de los nuevos autónomos mayores de 50 programas de orientación laboral.
Sectores más propicios a la contratación de trabajadores veteranos
Con todo, existen ciertos sectores o ciertas empresas que, por su naturaleza, son más propensas a contratar trabajadores veteranos.
Si tu profesión puede ser adaptable a el funcionariado, esta opción es muy interesante para, por ejemplo, comenzar a desempeñar un trabajo en el mundo de la enseñanza. De la misma manera, universidades e instituciones privadas académicas pueden ver con muy buenos ojos el hecho de contratar empleados con largas trayectorias profesionales.
Los puestos de trabajo administrativos también son fácilmente adaptables a personas más mayores y en casi cada ámbito profesional se puede necesitar personal para desempeñar ese trabajo.
Por último, las consultorías, las ONG u organizaciones sin ánimo de lucro o el propio sector financiero son sectores cuya renovación es casi constante y siempre necesitan trabajadores para suplir a otros que salen.