No cabe duda de que en los últimos años, en España el mercado laboral se ha transformado de manera más que notable. Como ya apuntábamos en este artículo en nuestra web, a día de hoy la mayoría de los contratos que se firman en nuestro país tienen una naturaleza fija, siendo poco habitual lo contrario.
Por si fuera poco, también es mucho más complicado para los empresarios romper o variar este carácter indefinido sin que se tenga que pagar una penalización significativa al trabajador en forma de indemnización.
No obstante, ello no quiere decir que los contratos temporales hayan desaparecido por completo y que, todavía, muchos trabajadores tengan esta modalidad laboral.
Por sus características, España es un país que otorga económicamente una importancia significativa al turismo y en la exportación de ciertos productos alimenticios a otras partes del mundo.
Ambos sectores económicos son muy susceptibles de formalizar contratos temporales y más concretamente contratos estacionales pensados para cubrir las demandas de estos trabajos.
Características de los contratos temporales y los supuestos para su firma
Los contratos temporales son aquellos acuerdos laborales entre trabajadores y empleadores donde se especifica claramente cuándo se comienza y cuándo se acaba la relación laboral.
Con el fin de acabar con la incertidumbre de muchas personas, este tipo de contratos solo pueden firmarse en supuestos muy específicos que justifiquen esta temporalidad. De hecho, las propias leyes laborales incentivan que este tipo de contratos en un futuro pasen a ser indefinidos si la relación laboral se restablece en otro periodo de tiempo similar posterior.
De hecho, la gran transformación de los contratos en España pasa por haber quitado el poder de decisión a los empresarios para poder establecer contratos temporales en supuestos que no sean estos:
- Cuando por un motivo determinado existe una sobrecarga de producción en una empresa o una acumulación de tareas, los empresarios pueden firmar este contrato eventual. Esta carga de trabajo añadida tiene que tener una justificación clara para poder firmarse un contrato temporal.
- Cuando, por ejemplo, un trabajador vaya a sustituir a otro por una baja que se prevea larga. El trabajador de baja, al tener un contrato fijo, podrá volver a su puesto cuando se den las circunstancias oportunas para continuar con su labor. Por su parte, el sustituto del mismo finalizará así este contrato temporal.
Este tipo de contrato se da mucho en casos de bajas por maternidad/paternidad o por lesiones cuya recuperación está bastante pautada en el tiempo. - Cuando existe una temporalidad clara para desarrollar el trabajo en cuestión. En este punto, llegamos a los conocidos como contratos estacionales que en España han sido muy comunes en los sectores como el de la agricultura.
También son muy comunes los contratos estacionales en el sector turístico de determinadas zonas de España. Así, en zonas como el levante durante el verano, la hostelería redobla los esfuerzos para cubrir la demanda creciente de los meses estivales.
El trabajo estacional en España
Dadas las características económicas de nuestro país, el trabajo estacional es una realidad para muchas personas que se dedican a cubrir la producción o las tareas de unos meses determinados del año.
Como apuntábamos anteriormente, uno de los ejemplos más claros los viven los empleados de la agricultura que se dedican a un producto muy concreto cómo podría ser la vendimia en los últimos días del verano.
Para poder llegar a vendimiar todas las uvas cultivadas durante el año, los propietarios de las hectáreas vinícolas se ven obligados a contratar manos que ayuden a extraer todo el producto para transformarlo en vino.
Otro ejemplo claro de este trabajo lo viven los jornaleros de todo el país que trabajan duramente durante varios meses para cosechar los productos alimenticios que luego vemos en los supermercados.
Sea cual sea su trabajo estacional, todos ellos suelen ajustarse a una modalidad laboral (si es que llegase a haberla) temporal. No obstante, las nuevas leyes de empleo establecen los límites necesarios para que a todos estos trabajadores contratados se les acabe contratando de manera ilimitada si la relación laboral contempla más de una temporada de trabajo.
Tal y como apuntábamos en este artículo desde la reforma laboral del año 2022, las empresas o los particulares están obligadas a contratar de manera indefinida a los trabajadores que acumulen en un periodo de 18 meses más de 2 contratos temporales durante 2 años.
Como encontrar empleos estacionales
Los empleos estacionales pueden suponer una solución interesante para muchos trabajadores y es importante saber dónde acceder a ellos para tener opciones de lograrlo.
Por suerte o por desgracia, la mayoría de empleos estacionales no suelen requerir de demasiada formación para llevarse a cabo y el requisito primordial para acceder a ellos suele ser la predisposición para trabajar de manera muy intensa durante el periodo establecido en el contrato.
De hecho, en la propia naturaleza de estos empleos va implícita esa necesidad de sacrificio para llevar a cabo la tarea en cuestión. No hay que olvidar que estos contratos tienen su razón de ser en una sobrecarga de producción o por circunstancias extraordinarias donde el personal habitual no da abasto.
Por si fuera poco, estos empleos suelen estar bien remunerados y pueden suponer un alivio económico para ciertas personas.
En webs como domestiko.com durante las temporadas altas de turismo como el verano o durante las Navidades, muchas empresas y particulares pueden ponerse en contacto para establecer una relación laboral.
La situación de algunos trabajadores estacionales
A pesar de que sobre el papel, los contratos estacionales, fuera de su característica temporal, funcionan exactamente igual que el resto de contratos, no siempre se aplican los derechos laborales de los trabajadores como se debería.
A pesar de que los contratos estacionales pueden contemplar excepciones relativas, por ejemplo, a las horas extras, estas han de verse reflejadas con algún tipo de compensación y han de realizarse dentro del marco legal de la ley de trabajo.
En España, son muy conocidos ciertos abusos laborales cometidos en nombre de ese exceso de producción o de esa saturación de trabajo en momentos calientes del año.
Aunque es sabido por todos, los trabajadores no pueden exceder de un número determinado de horas seguidas trabajadas y es de necesaria obligatoriedad dejar que haya el tiempo suficiente de descanso entre una jornada y la siguiente.
En este sentido, la Unión Europea establece que el máximo de horas trabajadas durante una sola semana no puede exceder de las 48, incluyendo las horas extraordinarias.