El tema de las salidas laborales siempre ha sido un quebradero de cabeza para toda persona que quiera empezar a trabajar. Prácticamente, desde que comenzamos la enseñanza secundaria, a nuestro alrededor ronda esa conversación, que marcará de alguna manera la decisión que tomemos para entrar en la vida adulta.
A pesar de que, como tal, no hay nada que nos prometa que no podamos conseguir el trabajo de nuestros sueños estudiando lo que queramos, sí que se pueden ver tendencias en el mercado laboral. Dependiendo de tiempo y el momento en el que nos encontremos, habrá más o menos demanda de determinados profesionales y oficios.
Si a día de hoy fuésemos estudiantes a punto de cumplir los 18 años, probablemente el tema de conversación de las aulas en cuanto a salidas tendría que ver con estudiar programación informática. Desde hace unos cuantos años, estos profesionales son de los más demandados en el mercado de trabajo. De hecho, existen algunas empresas que se encargan de la formación de estos futuros profesionales para después integrarlos en sus plantillas ofreciendo nominas bastante cuantiosas.
No obstante, las salidas laborales no solamente tendrían que interesarles a los estudiantes jóvenes que aún no han empezado sus carreras. Como bien se dijo anteriormente, el mercado laboral fluctúa y sus demandas también. Por si fuera poco, cada vez son más las opciones que tenemos a nuestra disposición para estudiar y formarnos.
Y es que, en algunos casos, no es necesario tener que invertir 4 años en un grado universitario para poder acceder a estas profesiones. Por ello, vale la pena hacer un repaso e investigar cuales son esos oficios y cuáles son las vías por las cuales se puede acceder a ellos.
Salidas laborales mediante la vía universitaria
Muchas de las carreras universitarias con más demanda de estudiantes son aquellas que más salidas tienen a nivel laboral. Debido a la importancia de estos oficios para la sociedad, es difícil ver un escenario a corto o a medio plazo en el cual no sean necesarias estas personas y los trabajos que realizan. Por ello, entrar a ellas suele ser más difícil que acceder a otras y las notas de corte tienden a ser elevadas requiriendo una continuidad en los estudios.
Aquí nos referimos, por ejemplo, a carreras como medicina, biomedicina, administración y dirección de empresas (ADE), ingeniería industrial o ingeniería informática. La segunda, biomedicina, es un claro ejemplo de una carrera que ha aumentado de manera significativa su demanda de empleados debido a factores externos. Desde que se desatase la pandemia de Covid-19, estos profesionales son muy valorados y sus trabajos podrían ayudar a que no tengamos que vivir una situación similar.
De la misma manera, carreras como filosofía, historia, o conservación y restauración, cuentan con las tasas de paro más altas de España. A pesar de que, como se dijo anteriormente, no hay nada que garantice que no podamos llegar a trabajar habiendo estudiando una de estas carreras, antes de tomar la decisión es importante tener en cuenta datos como estos.
Salidas laborales mediante estudios no universitarios
Por suerte, las carreras universitarias no son las únicas vías por la cuales podemos optar a trabajos con altas tasas de contratación y con sueldos más que dignos. A pesar de que en España los ciclos de formación profesional son los grandes olvidados, hay que tener en cuenta que existe una oferta inmensa de formación para casi cualquier empleo que queramos ejercer en el futuro.
De hecho, si nos volvemos a remontar a la época de estudios obligatorios en la secundaria, es curioso ver como todavía se sigue dirigiendo a los alumnos hacia estudios universitarios pasando por encima de este tipo de educación.
Según datos de innovación en formación profesional en 2022 la tasa de empleabilidad de los estudiantes de formación profesional se situó en un 42,2% superando a los graduados universitarios (38,5%).
Diferentes tipos de formación profesional
Debido al gran abanico de posibilidades que ofrece el mercado formativo, es importante distinguir cuales son las principales diferencias entre los ciclos y cursos de formación profesional (FP). A grandes rasgos, podemos diferenciar entre FP básica, FP de grado medio o FP de grado superior. Los últimos requieren haber estudiado previamente un bachillerato o acceder habiendo cursado previamente un FP de grado medio.
La formación profesional, ademas de ser en muchas ocasiones un enlace para entrar en carreras universitarias habiendo adquirido más conocimientos y experiencia, cuenta con una mayor cercanía con las empresas. De hecho, los ciclos formativos que mejor se posicionan para ofrecer un empleo son los relacionados con las carreras citadas anteriormente.
Así podemos ver que los cuidados auxiliares de enfermería, los conocimientos de laboratorio clínico y biomédico o el marketing y la publicidad son algunos de los cursos con más salidas laborales. La vertiente practica de este tipo de formaciones hace que para las empresas sea muy eficaz contratar a estas personas. Además, las que lo elijan, podrán entrar en el grado universitario con un extra de conocimientos que los alumnos que lleguen sin ese bagaje previo.
El sector industrial y su inserción laboral a través de cursos de formación
Si concretamos un poco más, todas aquellas actividades que tienen que ver con la industria cuentan con una gran demanda de trabajadores. Aproximadamente, un 55% de las personas que estudian algún curso relacionado con esta materia acceden al mercado laboral. Las industrias extractivas, las madereras, las pesqueras y la mano de obra en electricidad y electrónica, son las que mejor se posicionan para ofrecer empleo.
El nivel del FP que hayamos elegido cursar también influirá de manera significativa en la tasa de contratación que tengamos. Las formaciones profesionales de grado superior en alguno de los sectores industriales anteriormente descritos cuentan con porcentajes de inserción laboral muy atractivos.
Otros mercados que también están comenzando a atraer a más estudiantes son, por ejemplo, el de la robótica vinculada a actividades industriales o el de desarrollo de aplicaciones web. Ademas, en muchas ocasiones, la propia naturaleza del mercado laboral hace que aprender determinados estudios nos sirva para trabajar en múltiples sectores profesionales.