Contratar a una persona para que realice un trabajo para nosotros siempre es una tarea complicada, y esto es aún más delicado cuando es para contratar a una persona que va a trabajar en nuestro hogar. De primeras, el único contacto que tenemos con alguien con el cual puede que lleguemos a tener una relación laboral pasa por el aséptico curriculum. En algunos casos, también podemos llegar a tener una carta de presentación que acompañe a este último.
Después de valorar todos los documentos de todos los candidatos para ser nuestro empleado o empleada de hogar, pasamos a realizar una entrevista cara a cara con alguien que nos haya llamado la atención. Aunque estos encuentros puedan dar mucha información sobre la persona en cuestión, no dejan de ser momentos pautados donde determinada gente puede sentirse incómoda o tensa, por lo tanto, puede que no sean representativos de cómo es en realidad ese solicitante.
Sea como sea, después de analizar estos dos aspectos previos a la contratación, nos decantaremos por alguien y confiaremos plenamente en que nuestra decisión haya sido la correcta. Así, esperamos que el trabajador o la trabajadora de servicio doméstico contratado cumpla con nuestras expectativas y que la relación laboral sea fructífera, sana y agradable.
No obstante, a veces podemos equivocarnos. A fin de cuentas, nuestra intuición puede fallar y podemos contratar a alguien que, por los motivos que sea, no nos satisfaga tanto como desearíamos.
La elección de la empleada de hogar óptima
Naturalmente, muy poca gente se verá en su vida en la tesitura de tener que contratar a alguien. No obstante, cada vez son más las personas que tienen que pasar por este proceso para contratar a una empleada de hogar que, en definitiva, pueda ayudar a conciliar la vida laboral y la familiar.
De hecho, por las características demográficas de nuestro país, es muy probable que haya cada vez más solicitantes de trabajadoras del hogar. Y es que el envejecimiento de la población hace que cada vez más familias tengan que optar por esta ayuda extra para poder llegar a todo.
Por lo tanto, la elección que tomemos al respecto influirá, en muchos casos, en el cuidado y en la atención de personas dependientes o con discapacidad, pasando por el mantenimiento del propio hogar.
Qué define a una buena empleada de hogar
Antes de comenzar a realizar una búsqueda para contratar a alguien es muy importante tener muy claro para qué vamos a necesitar a dicha trabajadora. Aunque esto pueda parecer inicialmente una obviedad, puede resultar muy útil a la hora de filtrar a las posibles candidatas.
No hay que olvidar que las empleadas de hogar en muchas ocasiones realizan trabajos de lo más heterogéneos en casa sin centrarse claramente en uno de ellos. El hecho de considerar a estas empleadas como “todoterrenos” que pueden tanto limpiar la casa como realizar labores de geriatría puede ser un error.
Por ello, lo que define a una buena empleada de hogar es su capacidad para realizar un trabajo muy específico dentro de casa. Si, por ejemplo, necesitamos a alguien que ayude a una persona con discapacidad en casa, es imprescindible que esta empleada tenga experiencia y capacidades en este ámbito y es posible que sus otras aptitudes nos den más igual.
Llegados a este punto ya tendremos menos perfiles sobre la mesa. Como no podía ser de otra manera, el carácter y la personalidad de la empleada de hogar también juegan un papel importante a la hora de decidirse por una u otra.
Si la empleada de hogar va a ser contratada para cuidar o atender a una tercera persona (ya sean ancianos, niños o personas dependientes) es muy importante que haya un encuentro cara a cara entre ellos. A fin de cuentas, aunque nosotros tengamos una percepción de la candidata, la persona que pasará más horas con ella puede tener otra opinión que valdrá la pena escuchar.
Por último, es importante atender a la disponibilidad de la trabajadora y escoger a una persona que pueda estar disponible para trabajar cuando sea necesaria. Esto es fundamental cuando se necesitan servicios en horarios excepcionales, como cuidadores de niños o mayores, o empleadas de hogar internas. Por ello, hay que tener en cuenta que se ha de realizar un contrato de trabajo que se atenga a la legalidad y dando de alta a la empleada en la seguridad social. En este artículo te explicamos como debe ser el contrato de una empleada de hogar.
Aptitudes ideales de una empleada de hogar
Entre las aptitudes más requeridas para las empleadas de hogar podemos destacar las siguientes:
- Cuidado de personas mayores y/o discapacitadas. Muchas empleadas de hogar pueden acreditar dicha competencia mostrando algún título formativo o con trabajos anteriores especializados en geriatría. Aquí son muy importantes las habilidades comunicativas de la empleada y, si hiciese falta, mostrar competencias en primeros auxilios.
- Cuidado de niños. Tener maña con los niños no es cosa de todo el mundo. Para poder especializarse en este trabajo es importante ser capaz de dinamizar actividades durante algunos de los ratos libres del niño y al mismo tiempo saber poner los límites necesarios. Por si fuera poco, algunas familias buscan perfiles que también puedan echar una mano a los críos con sus deberes y estudios.
- Limpieza y mantenimiento del hogar. Aunque pueda parecer que el trabajo de limpieza es algo que cualquiera puede hacer, no hay nada más lejos de la realidad. Como con todo, la limpieza también tiene su ciencia y hay empleadas del hogar que pueden especializarse en este trabajo para realizarlo de la forma más eficiente posible.
Aunque no menos importantes, existen familias que también requieren de ayuda en casa para cocinar o el cuidado de la ropa. No obstante, en la práctica, la gran mayoría de empleadas del hogar que no se dedican al cuidado o la atención se encargan del mantenimiento completo de la casa, realizando la mayoría de los trabajos descritos en este apartado.
Donde encontrar a una empleada de hogar
A pesar de que tengamos claro cuál es el perfil que más se ajusta a nuestras necesidades, es posible que al final podamos encontrarnos con el obstáculo de no saber donde acceder a él. Como en muchos otros ámbitos, el primer recurso para encontrar a una empleada de hogar pasa por tirar de agenda y buscar dentro de nuestra red de contactos.
Las recomendaciones de personas de confianza cercanas puede determinar en última instancia cuál es la candidata que ocupará el puesto. No obstante, si no tenemos a nadie de confianza que nos recomiende a alguien, hay que salir fuera a buscar.
Como se apuntaba anteriormente, por las características de nuestro país existe un gran número de demandantes de empleo de hogar. Por lo tanto, existen multitud de empresas y portales webs que ponen a nuestra disposición perfiles de empleadas de hogar que se ajusten a nuestras necesidades.
Sin ir más lejos, dentro de Domestiko.com podrás encontrar empleadas de hogar que buscan trabajo prácticamente en cualquier localidad de España. De la misma manera, si eres un particular o una empresa que busca un empleado o empleada de hogar, en la web también puedes poner un anuncio especificando el tipo de servicio que necesitas para que alguien contacte contigo.
Domestiko.com es uno de los portales web que ponen en común a solicitantes y demandantes de empleo, centrándose primordialmente en la tercera edad y en la ayuda a la dependencia. Además de encontrar perfiles dentro de la propia web, también podrás encontrar anuncios externos y pedir presupuestos que te ayuden a ver como se encuentra el mercado de trabajo.
A la hora de crear un perfil dentro de la web, cada particular o empresa tiene a su disposición herramientas que ayudan a filtrar y concretar las aptitudes y la formación de la empleada. De esta manera resulta muy sencillo para las personas que contraten determinar que perfil se ajusta más a sus necesidades tal y como se mencionaba anteriormente.