Aunque nunca deje de estar dentro del conjunto de temas de actualidad, hoy en día, el ahorro energético ha adquirido, si cabe, una importancia mayor que en otras épocas. Las constantes subidas del precio de la luz y de los carburantes preocupan, como no podía ser de otra manera, a muchas personas que ven como su poder adquisitivo está disminuyendo progresivamente.
Por si fuera poco, la constante amenaza de una crisis climática exige que cada uno de nosotros tome riendas en el asunto para, en la medida de lo posible, derrochar lo mínimo y ser más eficientes en nuestro consumo. Con todos estos problemas coyunturales sobre la mesa, las medidas de ahorro a nivel doméstico cada vez se hacen más importantes y necesarias.
En muchas zonas de España, debido a la oscilación térmica entre los meses del verano y del invierno, se hace imprescindible mantener la casa a una temperatura cómoda para vivir durante gran parte del año. La calefacción durante la temporada de frio y el aire acondicionado durante la época más calurosa, se hacen casi indispensables en estos lugares donde son pocos los meses donde hay un término medio a nivel de temperaturas.
No obstante, salvo alguna excepción como el archipiélago canario, en prácticamente todo el territorio la gente necesita encender la calefacción o sus sistemas de calentamiento para poder permanecer dentro de casa en invierno. Por ello, lo ideal sería que estos sistemas estuviesen el menor tiempo funcionando para que, en última instancia, podamos gastar lo mínimo posible. Una buena forma de ayudarnos a conseguir este objetivo pasa por hacer las reformas en el domicilio necesarias para instalar elementos que nos aíslen de los agentes externos y que nos ayuden a mantener caliente, o fresca, nuestra casa.
Tipos de aislantes térmicos
Los aislamientos térmicos son todos aquellos elementos que nos ayudan a mantener la temperatura dentro de una estancia frenando el paso del calor o del frio a través de ellos. Aunque las estructuras de todos los edificios cuenten con estos componentes, existe una grandísima variedad de posibilidades para aislar térmicamente las fachadas con resultados más o menos óptimos. Por ello, hay que tener en cuenta que siempre estará en nuestra mano ayudar a que ese resultado sea el más eficaz posible para ahorrar lo máximo.
Existen aislantes térmicos naturales y artificiales. Estos últimos son los que mejor cumplen su cometido al estar fabricados, única y específicamente, para contener en su interior cualquier energía térmica que choque con ellos. Si bien es cierto que no hay ningún material que pueda frenar en su totalidad esta energía térmica, los resultados de estos aislantes artificiales son muy recomendables y eficientes. Los más utilizados suelen ser la espuma de poliuretano, el poliestireno extruido y expandido, el algodón o la lana de roca y de vidrio. No obstante, según cada caso, será mejor usar unos u otros.
Cuando se habla de aislamientos térmicos, muchas veces, pensamos en tener que realizar obras en el interior de nuestras casas para conseguir este objetivo. Aunque es cierto que en la mayoría de las ocasiones es necesario hacer un cambio en la estructura de la propia vivienda, los aislamientos térmicos muchas veces pasan por hacer pequeñas variaciones en el interior de la casa sin tener que recurrir a terceras personas para que nos instalen estos componentes.
Estas variaciones, a veces, pasan por fijarse muy bien en aquellas partes de nuestra casa que entran en contacto directo con el exterior cómo pueden ser las ventanas, las puertas o los tejados si vivimos en áticos o casas unifamiliares. Cualquier fuga o mal cierre que tengamos en estas partes, hará inevitablemente que estemos siendo muy poco resolutivos y que perdamos fácilmente el calor generado por la calefacción.
Como instalar estos sistemas térmicos en casa
El tipo de vivienda que queramos aislar jugará un papel determinante a la hora de decantarnos por uno u otro sistema y por unos u otros componentes aislantes. Sin ir más lejos, una familia que tenga un piso en el centro de Madrid no tendrá las mismas opciones que una casa particular en las afueras de la ciudad. De hecho, las diferencias entre unas y otras no solo son técnicas, si no que aquí también entran en juego aspectos legales y económicos.
Si la casa es independiente se recomienda llevar a cabo en ella un recubrimiento aislante conocido como SATE (Sistema de aislamiento térmico exterior). Como su propio nombre indica, esta opción nos permite cubrir toda la fachada exterior con una capa aislante que permite concentrar la temperatura interior de manera muy eficaz. A pesar de que no es la opción más barata, a largo plazo se amortiza la inversión y se ahorra en gasto energético.
Aunque es posible instalar el SATE en un piso, no dependerá únicamente de nuestra decisión que su colocación se lleve a cabo. Si no hay consenso unánime en el bloque de vecinos, la ley urbanística no permite que un solo piso realice una obra de estas características. Tendría que hacerse en todo el edificio después de que lo aprobase el ayuntamiento del municipio en cuestión. Por lo tanto, en estos casos, la opción más viable pasa por hacer una reforma de la vivienda cubriendo el interior de las paredes y los tabiques con láminas hechas con algunos de los materiales anteriormente descritos.
Costes de las reformas en casa para instalar aislantes térmicos
Llevar a cabo una reforma en nuestra casa para instalar sistemas de aislamiento térmico requiere de un presupuesto que suele oscilar entre los 3000 euros y los 10.000 euros si hablamos de reformas a mayor escala o viviendas de más metros cuadrados. Como cabe presuponer, no todo el mundo puede acceder a estos precios para aislar su casa e invertir en gasto energético. Por ello, y ante la actual situación global de amenaza climática, existen ayudas para cubrir los gastos que suponen estas obras.
A través del plan de recuperación, transformación y resiliencia, el gobierno de España prevé distribuir fondos de la unión europea para subvencionar este tipo de obras. Con ello, podremos financiar parte de la reforma que queramos hacer en casa, aunque el propio plan tiene también como objetivo la reforma de los sistemas de calefacción o el cambio de ventanas. A través de esta web se puede acceder cual es la subvención que más se puede ajustar a nuestras necesidades.
