El necesario proceso de cambio
Me defino como una persona curiosa, entusiasta, creativa, con gran capacidad comunicativa y empática. Ejerzo mi praxis clínica desde una visión integradora del ser humano y vívida vocación asistencial. Concibo el proceso terapéutico como un viaje conjunto: es el paciente, quien padece y conoce su dolor, y el psicólogo quien ofrece herramientas de afrontamiento para sanar, explorando conjuntamente los recursos internos invisibles (que todos tenemos), para hacerlos aflorar. Como si se tratara de un ave: necesita dos alas para poder volar.
Entiendo que el objetivo de una psicoterapia es producir cambios. Y es a partir de cambios subjetivos, que cambia nuestra percepción de la realidad. Ya lo decía Epícteto: las personas no sufrimos por lo que nos "sucede", sino por cómo "interpretamos" lo que nos sucede. Pues entonces, cambiando nosotros, cambia el afuera. A mi criterio, de eso se trata: de leer, releer, reescribir y reinventarse.
El ser humano es muy complejo, así también el sufrimiento. Por ello me adapto a las necesidades y estilo de cada persona, atendiendo a su particular forma de vivenciar el problema y teniendo en cuenta la globalidad temporal: "indagar su pasado para comprender su presente y construir su futuro".
Entiendo que el objetivo de una psicoterapia es producir cambios. Y es a partir de cambios subjetivos, que cambia nuestra percepción de la realidad. Ya lo decía Epícteto: las personas no sufrimos por lo que nos "sucede", sino por cómo "interpretamos" lo que nos sucede. Pues entonces, cambiando nosotros, cambia el afuera. A mi criterio, de eso se trata: de leer, releer, reescribir y reinventarse.
El ser humano es muy complejo, así también el sufrimiento. Por ello me adapto a las necesidades y estilo de cada persona, atendiendo a su particular forma de vivenciar el problema y teniendo en cuenta la globalidad temporal: "indagar su pasado para comprender su presente y construir su futuro".